Linfangitis

Inflamación de los vasos linfáticos superficiales provocada por una infección, normalmente a consecuencia de una solución de continuidad en la piel o de un absceso.

Agentes etiológicos: más frecuentemente estreptococos β-hemolíticos de grupo A y estafilococos; otros microorganismos en inmunodeprimidos (bacterias gramnegativas, anaerobios) y en heridas por mordeduras (Pasteurella multocida). En zonas endémicas de filariasis (sobre todo sureste de Asia) son más frecuentes los nematodos (filariasis).

Cuadro clínico: puede aparecer fiebre, escalofríos, enrojecimiento lineal e irregular en la piel desde el punto de la infección hasta los ganglios linfáticos regionales que a su vez pueden estar agrandados y ser dolorosos al tacto. Sin tratamiento pueden evolucionar a linfadenitis y sepsis.

Diagnóstico: se establece a base del cuadro clínico y cultivos de secreción de herida o absceso. Se debe diferenciar de la flebitis superficial y de la dermatitis de contacto.

Tratamiento: antibioticoterapia, a menudo empírica, habitualmente penicilina resistente a las β-lactamasas (p. ej. cloxacilina), penicilina con inhibidor de β-lactamasas, o cefalosporina de II o III generación administradas VO.

Complicaciones: sepsis, abscesos de los ganglios linfáticos, edema linfático (especialmente en caso de recurrencia).

PERSPECTIVA ARGENTINA

En Argentina en infección de piel y partes blandas debe considerarse la presencia de una infección por estafilococos resistentes a meticilina. Con puerta de entrada visible se recomienda trimetoprim, sulfametoxazol (con o sin cefalexina) o amoxicilina/clavulánico para garantizar cobertura para estreptococos.