Fracturas de las extremidades

Causas, mecanismo y consecuencias

Las lesiones del aparato locomotor son en su mayoría consecuencia de un traumatismo mecánico y con menor frecuencia se deben a enfermedades óseas (fracturas patológicas). Las fracturas siempre conllevan un sangrado a los tejidos adyacentes. Pérdida de sangre en diferentes tipos de fracturas: costilla ≥100 ml, fémur ≤1-1,5 l, pelvis ≤2-2,5 l (~500 ml por cada zona de fractura). Puede producir una hipovolemia y evolucionar a un shock. La hemorragia puede ser mayor en fracturas abiertas, las cuales presentan una herida concomitante de la piel. El hueso fracturado no siempre es visible en la herida. Otras consecuencias de las fracturas: daño arterial e isquemia de la parte distal de la extremidad, sección del nervio (paresias y parestesias).

Primeros auxilios

1. Si es necesario, solicitar ayuda, evaluar el estado del paciente según el esquema ABCD →Normas generales para prestar primeros auxilios en casos de emergencia y mantener la función de los órganos vitales.

2. Realizar una rápida evaluación del trauma →Normas generales para prestar primeros auxilios en casos de emergencia y —solo tras asegurarse de que no existe un riesgo vital— explorar la extremidad a fondo. Se sospecha una fractura si se presentan: dolor, pérdida de la función o cambio del contorno y edema del miembro. Se diagnostica fractura con certeza solo en caso de una pérdida visible de la alineación del hueso o de una fractura abierta. En otras ocasiones no se puede diferenciar la fractura de la luxación sin radiografía, pero siempre se debe sospechar la peor opción. Las luxaciones, es decir el desplazamiento de las superficies articulares entre sí, resultan en una posición incorrecta de la articulación lesionada, se acompañan de dolor y resistencia elástica al intentar la movilización. No se puede excluir una fractura concomitante sin radiografía. Hay que evaluar la sensibilidad periférica y la vascularización de la extremidad.

3. En fracturas abiertas detener la hemorragia →Herida y hemorragia postraumática antes de inmovilizar el miembro.

4. Inmovilizar la extremidad: en caso de fractura (o su sospecha) de la diáfisis inmovilizar también dos articulaciones vecinas, y si la fractura se encuentra cerca de una articulación, inmovilizar los 2 huesos que formen parte de la misma. Antes de inmovilizar el miembro flexionado en el eje es posible intentar estirar y luego enderezarlo. Si eso resulta difícil, inmovilizar en la posición inicial. Al proporcionar los primeros auxilios sin el equipo necesario, hay que aprovechar los materiales fácilmente disponibles. Es posible inmovilizar el brazo fracturado vendando o atándolo al tronco y simultáneamente suspendiendo el antebrazo en un cabestrillo para evitar el movimiento de torsión. Se puede colocar un periódico doblado varias veces o el otro antebrazo debajo del antebrazo fracturado (aunque en el segundo caso el paciente está privado de ambos brazos). La extremidad inferior se puede inmovilizar junto con la otra, colocando una prenda o una manta doblada entre ellas; luego hay que unir y envolver los pies para evitar los movimientos de torsión del hueso fracturado. Utilizar las férulas para inmovilizar si están disponibles. Hay que asegurarse de que estén acolchadas y no causen presión local. En caso de fractura en la extremidad inferior, colocar la férula del lado exterior flexionando el extremo de la férula alrededor del pie. En el caso de que se sospeche una fractura en el fémur, la férula debe llegar al tronco. La inmovilización de la fractura alivia el dolor y previene el daño adicional al tejido circundante, por lo que disminuye la pérdida de sangre.

Actuación en ambulancia y en hospital

1. Mantener la función de los órganos vitales.

2. Si la inmovilización no consigue aliviar el dolor → administrar (mejor iv.) un analgésico (si el dolor es fuerte un opioide, si es más leve paracetamol, pero no un AINE).

3. En caso de necesidad se ha de corregir la hipovolemia (tratar el shock) transfundiendo líquidos (se recomienda inicialmente NaCl al 0,9 %) iv. No se debe cateterizar un vaso en la extremidad en la que se sospecha la fractura.

4. Encargar radiografía de la extremidad en la cual se sospecha la fractura, y remitir al cirujano.