Dislipidemias

La dislipidemia es un estado en el que los niveles plasmáticos de lípidos y lipoproteínas no corresponden con los valores considerados normales. La definición de estos niveles depende del riesgo cardiovascular total →más adelante. En la práctica clínica se distinguen la hipercolesterolemia, la dislipidemia aterogénica y la hipertrigliceridemia grave.

Los niveles de colesterol total (CT), colesterol de la fracción de HDL (C-HDL) y triglicéridos (TG) tradicionalmente se determinan en muestras de suero o plasma extraídas a las 12-14 h de la última comida (en ayunas). Actualmente, según la EAS y la EFLM (2016), no es necesario tomar las muestras de sangre en ayunas para el tamizaje y la estratificación del riesgo. Las determinaciones en ayunas se recomiendan durante la evaluación del tratamiento de la hipertrigliceridemia.

Normalmente, la concentración de C-LDL suele calcularse mediante la fórmula de Friedewald:

C-LDL = CTC-HDL – TG/5 (en mg/dl) o /2,2 (en mmol/l)

Si el nivel de TG >4,6 mmol/l (400 mg/dl), el resultado no es fiable.

Realizar el diagnóstico dirigido hacia la dislipidemia (según los criterios de la ESC 2016) en:

1) personas con manifestaciones clínicas de enfermedad cardiovascular (ECV)

2) personas con placas ateroescleróticas en arterias coronarias y/o carotideas.

3) personas con diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades autoinmunes inflamatorias crónicas

4) descendientes de personas con dislipidemia grave (deben someterse a seguimiento en centros especializados, si se confirma la enfermedad)

5) personas con familiares con ECV precoz. El tamizaje debe considerarse también en hombres con ≥40 años y mujeres ≥50 años o posmenopáusicas, sobre todo si aparecen otros factores de riesgo cardiovascular.