Fibrilación ventricular idiopática (FVI)

FV espontánea sin enfermedad cardíaca orgánica (después de descartar ECI, valvulopatía, miocarditis, miocardiopatía, enfermedad cardíaca eléctrica primaria definida e intoxicación medicamentosa). Es responsable de ~5 % de los casos de paro cardíaco súbito.

Diagnóstico: descartar enfermedad cardíaca orgánica mediante anamnesis (incluidos los antecedentes familiares) y examen físico, pruebas de laboratorio, ecocardiografía, prueba de esfuerzo, cateterismo cardíaco derecho e izquierdo con coronariografía. Confirmar que el paciente no toma fármacos antiarrítmicos ni medicamentos que prolongan el intervalo QT, descartar alteraciones electrolíticas, abuso de alcohol y drogas. Se recomienda también la biopsia miocárdica, y para descartar espasmo de la arteria coronaria test con ergonovina (en la práctica clínica rara vez utilizado). El EEF no es útil para la valoración del pronóstico, y se consigue provocar la arritmia en apenas ~40 % de los enfermos. En un 30 % de los casos con FVI en el ECG se observan signos de repolarización precoz en forma de elevación de la onda J ≥0,1 mV en las derivaciones de la cara inferior o lateral.

Tratamiento: implantación del CDI.