Setas tóxicas

La mayoría de las setas tóxicas produce molestias digestivas poco tiempo después de la ingesta, no muy intensas en forma de náuseas, vómitos o dolor abdominal. Estos síntomas aparecen también con setas relativamente poco nocivas y de efectos casi únicamente gastroenterotóxicos, entre las que encontramos algunas especies no comestibles del género Boletus, Agaricus, Lactarius, RussulaTricholoma, así como del género SclerodermaPaxillus. Los síntomas gastrointestinales precoces aparecen también con setas más tóxicas con efecto atropínico como la Amanita muscariaAmanita pantherina. En el caso de las setas que producen intoxicaciones más graves, los síntomas gastrointestinales se inician tarde, después de varias, o hasta hasta más de diez horas tras la ingesta. Los vómitos que aparecen en fases muy tempranas tras el consumo (1-3 h), no permiten descartar que se trate de setas más tóxicas, ya que con frecuencia los platos contienen más de una especie, puediendo estar presente la Amanita phalloides. El vómito puede estar provocado por un ingrediente poco tóxico de la comida que contuviese también p. ej. Amanita phalloides. El estudio micológico del aspirado digestivo (observación de las esporas) puede indicar el tipo de seta ingerido.

Norma fundamental para la prevención de las intoxicaciones por setas (micetismos): las setas no deben recolectarse por personas no experimentadas; antes de la ingesta, es necesario consultar si no se trata de setas tóxicas. Esto no previene todos los envenenamientos, pero permite evitar los más peligrosos, provocados por Amanita phalloides y por Cortinarius orellanus.