Inserción de catéter intraóseo

La canulación intraósea es el método más fácil y seguro de obtener un acceso vascular para administrar fármacos y perfundir líquidos. Por vía intraósea se pueden administrar de forma segura los mismos fármacos que por vía venosa, y alcanzan la concentración plasmática terapéutica en un tiempo semejante a la que se obtiene usando una vía venosa central.

Normalmente, con el manguito de infusión rápida se puede conseguir un flujo de ~125 ml/min. Para una fluidoterapia intensiva se puede requerir un segundo acceso intraóseo.

Indicaciones

Necesidad de administración inmediata de fármacos por vía intravascular y canalización venosa periférica difícil o imposible (no se obtiene una vía venosa tras 2 intentos, o no se consigue tras intentarlo durante 90 s).

Contraindicaciones

Conciernen al lugar del acceso intraóseo: síntomas de infección cutánea o de tejidos blandos, quemaduras, fracturas, síndrome compartimental o traumatismo de un miembro con afectación del fascículo vascular, intentos previos de obtener un acceso intraóseo en las últimas 24 h, osteoporosis, trastornos de la osificación y otras enfermedades de los huesos, inflamación de la médula ósea.

Complicaciones

Hematoma, infección en el lugar de la punción, desplazamiento de la aguja fuera de la cavidad medular, fractura de hueso (sobre todo en los recién nacidos y en pacientes con osteoporosis), mielitis, síndrome compartimental, embolia grasa (los dos últimos representan <1 % de todas las complicaciones).

Preparación del paciente

1. Obtener el consentimiento informado (si es posible).

2. Colocar al enfermo en decúbito supino, para puncionar en el área de la tuberosidad tibial colocar una manta enrollada por debajo de las rodillas.

Lugar de la punción

En adultos más frecuentemente en la zona de la epífisis proximal de la tibia ~2 cm en sentido medial y ~1 cm en sentido proximal a la tuberosidad tibial (→Técnica).

Otros lugares: extremo distal de la tibia, tubérculo mayor del húmero, manubrio esternal.

Equipo

Guantes, gasas, desinfectante, aguja intraósea (manual o automática; hay 2 tamaños disponibles, para los adultos y para los niños), jeringa, llave de tres vías, equipo de goteo o de infusión continua.

Técnica

Localizar el lugar de punción, limpiar y desinfectarlo con una gasa empapada con un desinfectante. Si el tiempo lo permite, anestesiar por infiltración (→Anestesia local por infiltración). Los siguientes pasos dependen del equipo usado.

Aguja manual

1. Sujetar la aguja entre 2.º y 3.er dedo de manera que el extremo plástico se sitúe dentro de la mano.

2. Presionar la aguja con un ángulo de 90° sobre la superficie de la extremidad, ejerciendo un movimiento rotatorio. Una disminución brusca de la resistencia indica el acceso a la cavidad medular.

3. Desenroscar la base de la aguja y extraer el trócar.

4. Conectar la jeringa e intentar aspirar la médula. La aparición de médula en la jeringa confirma que la posición de la aguja es correcta. Si no se obtiene médula y la aguja permanece fija en el tejido óseo, se debe confirmar la canalización de la cavidad medular con una inyección o infusión de líquido (→más adelante).

5. Conectar a la base de la jeringa la llave de tres vías (se utilizará para la administración de fármacos) y el equipo de goteo. Si la inyección o infusión del líquido no causa edema alrededor del punto de la punción, la aguja está dentro de la cavidad medular.

6. Una vez que el acceso intraóseo no es necesario, se extrae inmovilizando el miembro, traccionando firmemente el cuerpo de la jeringa y rotándola al mismo tiempo alrededor del eje mayor.

Pistola de inyección ósea Bone Injection Gun (B.I.G.)

1. Seleccionar la profundidad deseada, girando la rosca del cilindro (posición Prox. Tibia).

2. Situar el dispositivo en el sitio elegido perpendicularmente a la superficie de la piel, sujetándolo con la mano como en el caso de la aguja intraósea.

3. Apretar las 2 partes del pasador de seguridad y retirarlo del cuerpo.

4. Iniciar el funcionamiento del mecanismo, apretando la parte superior de la carcasa del mango.

5. Descubrir la aguja, retirando la parte plástica del dispositivo.

6. Retirar el trócar del interior de la aguja.

7. Luego proceder como en el caso de la aguja manual. El pasador de seguridad retirado del dispositivo puede usarse para proteger la jeringa.

8. Retirada: inmovilizar el miembro y, mientras se retira, rotar la jeringa. Para extraer la jeringa se pueden necesitar un fórceps o un instrumento quirúrgico que permita sujetar con fuerza la base de la jeringa.

Dispositivo EZ-IO

1. Conectar la aguja al taladro EZ-IO.

2. Situar la aguja en el sitio elegido, perpendicularmente a la piel.

3. Sin poner en marcha el taladro, puncionar la piel con la aguja hasta la superficie del hueso.

4. Poner en marcha el taladro y continuar introduciendo la aguja hasta superar la resistencia.

5. Desconectar el taladro y desenroscar la parte plástica de la aguja con trócar.

6. Conectar la jeringa e intentar aspirar la médula (→más arriba).

7. Colocar el apósito EZ-Stabilizer (recomendado por el fabricante).

8. Conectar a la base de la jeringa la llave de tres vías (se utilizará para la administración de fármacos) y el equipo de goteo. Si la inyección (→más arriba) o infusión de líquido no causa edema alrededor del punto de punción, la aguja está dentro de la cavidad medular.

9. Retirada: inmovilizar el miembro, conectar una jeringa luer-lock a la aguja, girar la aguja en sentido horario, sacándola simultáneamente.