Bulto en el cuello

Guz szyi
prof. Elżbieta Hassmann-Poznańska (MD, PhD)

¿Qué es el bulto en el cuello?

Un bulto en el cuello es una estructura anormal, palpable o visible en su área. En el cuello se pueden distinguir triángulos determinados por estructuras anatómicas que facilitan indicar en qué región se localiza el cambio. La figura presenta dichos triángulos.

¿Cuáles son las causas del bulto en el cuello?

La etiología puede ser muy variada: el bulto en el cuello puede ser congénito o formarse debido a un proceso inflamatorio o neoplásico (tabla 1). En los niños, la mayor parte (el 90 %) de los bultos es de etiología congénita o inflamatoria. Este dato también se aplica a los enfermos menores de 40 años, aunque la probabilidad de cambios neoplásicos aumenta con la edad. En personas mayores de 40 años, especialmente fumadores, un bulto en el cuello requiere sobre todo descartar el origen neoplásico. También en niños con un bulto sólido, denso, sin características de reacción inflamatoria, se debe descartar en primer lugar la etiología neoplásica.


Fig. Triángulos del cuello: 1 — submentoniano, 2 — submandibular, 3 — carotídeo, 4 — muscular, 5 — supraclavicular, 6 — occipital

¿Qué exploraciones son necesarias en caso del bulto en el cuello?

Una anamnesis detallada de las circunstancias en las que apareció el bulto en el cuello y de los síntomas acompañantes es fundamental y, muchas veces, suficiente para establecer el diagnóstico (tablas 2 y 3). Si este puede determinarse basándose en la anamnesis, no es necesario un procedimiento diagnóstico adicional. De esta manera se diagnostican, por ejemplo, quistes congénitos y linfadenitis. En los demás casos, el posterior procedimiento diagnóstico dependerá del resultado de la exploración.

La ecografía permite, por ejemplo, determinar el carácter del bulto (masa sólida, quiste o bulto con espacios llenos de líquido) o de los cambios en los ganglios linfáticos (inflamatorios, neoplásicos, formación de un absceso o necrosis).

Tabla 1. Etiología del bulto en el cuello
CongénitosQuistes branquiales
Quistes del conducto tirogloso
Quistes dermoides
Malformaciones linfáticas
Malformaciones vasculares
InflamatoriosCambios inflamatorios de los ganglios linfáticos en el transcurso de enfermedades víricas y bacterianas
Celulitis cervicales y del suelo de la boca
Glándula submandibular inflamada
Enfermedad por arañazo de gato
Linfadenitis tuberculosa
Linfadenitis por micobacterias atípicas
Actinomicosis
SIDA
NeoplásicosNeoplasias benignas:
Lipomas y quistes sebáceos
Tumores derivados del tejido nervioso: neurofibroma y schwannoma
Teratomas
Neoplasias malignas:
Linfomas de Hodgkin
Linfomas no Hodgkin
Adenopatías en el transcurso de una leucemia
Neurofibrosarcoma o schwannoma maligno
Neuroblastoma
Sarcomas
OtrosFibromatosis colli (tortícolis)
Quiste exterior del ventrículo laríngeo
Ránula
Bocios tiroideos

Tabla 2. Datos relevantes de la anamnesis
Edad del paciente (<6 meses: generalmente bultos congénitos o neoplásicos, >6 meses: generalmente inflamatorios o congénitos, >40 años: principalmente neoplásicos)
Duración de la presencia de bultos y cambios progresivos de su tamaño (se mantienen inalterados durante unos meses o unos años: neoplasias congénitas o benignas; crecen rápidamente: inflamatorios o linfomas; cambian de tamaño: ganglios linfáticos alterados o quistes)
Circunstancias anteriores: infecciones, lesiones, contacto con animales
Presencia de síntomas que sugieren cambios inflamatorios (dolor, enrojecimiento de la piel, fiebre)
Otros síntomas: pérdida de peso, sudoración nocturna, adenopatías en zonas distintas al cuello, dificultad para tragar, disnea

Tabla 3. Diferenciación de la etiología del bulto en el cuello según su ubicación
UbicaciónEtiologíaCaracterísticas
Triángulos cervicales anteriores
SubmentonianoQuiste dermoideLiso, denso a lo largo de las líneas de conexión de los elementos embrionarios o fluctuante
LinfadenitisDoloroso, relacionado con inflamación de la cavidad oral
Celulitis del suelo de la bocaDolor importante, enrojecimiento, hinchazón
SubmandibularLinfadenitisRelación con inflamación faríngea o en la cavidad oral
Cálculo o inflamación de la glándula submandibularDolor e hinchazón que se agravan al comer
Celulitis cervicalDolor, posición forzada del cuello, enrojecimiento, fiebre
Malformación linfática
Actinomicosis
Enfermedad por arañazo de gato
Infección por micobacterias atípicas
Indoloro, a menudo multilocular, infiltración dura
Muscular (región cervical media)Quiste del conducto tiroglosoNiños menores de 10 años; conexión con el hueso hioides
Quiste dermoideClaramente limitado, profundo
TeratomaInfrecuente, se presenta en recién nacidos, compresión de las vías respiratorias, bastante compacto, con espacios llenos de líquido
Nódulos y bocios tiroideos
CarotídeoFibromatosis colli (tumor infantil del músculo esternocleidomastoideo)Recién nacidos, bebés, posición forzada de la cabeza
Quiste branquialAdolescentes, tras una infección de la garganta, bien localizado, situado a nivel de la bifurcación de la vena yugular
LinfadenitisDurante una infección de las vías respiratorias altas
Metástasis neoplásicasPrincipalmente adultos, niños mayores de 10 años (cáncer de nasofaringe o de tiroides)
Tumores neurogénicos benignos y malignos
Neuroblastoma: ubicación cervical
Infrecuentes, pueden presentarse en el transcurso de la neurofibromatosis tipo 1, en niños menores de 3 años, crecimiento rápido
Triángulos cervicales posteriores
OccipitalGanglios linfáticos en el transcurso de la mononucleosis, rubéola, etc.
Malformación linfática
Linfoma no Hodgkin
Metástasis a los ganglios linfáticosRaramente
SupraclavicularLinfoma de Hodgkin
Metástasis neoplásicas de las zonas subclaviculares
Adolescentes, paquetes ganglionares, principalmente adultos

En el caso de los bultos localizados en la región supraclavicular es necesaria una radiología de tórax, puesto que pueden ser de carácter neoplásico.

El diagnóstico de laboratorio depende de la causa sospechada. Puede incluir: hemograma, proteína C-reactiva (diferenciación de cambios inflamatorios y neoplásicos), prueba serológica para mononucleosis o infección por citomegalovirus, frotis faríngeo para estreptococos (en las enfermedades inflamatorias agudas), prueba serológica para toxoplasmosis, brucelosis o enfermedad por arañazo de gato (en la adenopatía crónica).

La tomografía computarizada y/o la resonancia magnética son necesarias en caso de cambios extensos o profundos (tumores neoplásicos, malformaciones vasculares extensas y cambios purulentos profundos). Dichas exploraciones permiten valorar el grado de afectación de los tejidos circundantes y la relación con las estructuras cervicales con función vital importante, especialmente con vasos sanguíneos y nervios.

La biopsia con aguja fina guiada por ecografía se utiliza frecuentemente en enfermos adultos, pero su uso es limitado en el diagnóstico de neoplasias en niños. El material obtenido mediante ella puede servir para la valoración citológica o bacteriológica.

Ante la sospecha de neoplasias malignas, es necesaria una toma quirúrgica de una parte o de todo el ganglio linfático para análisis histopatológico.

¿Cómo actuar ante la aparición del bulto en el cuello?

Si el cambio en el cuello se localiza en la región submandibular y se relaciona con un proceso inflamatorio de la garganta o la cavidad oral existente o previo, o se presenta en el transcurso de una enfermedad infecciosa, el tratamiento de la enfermedad de base es suficiente. En los demás casos está indicado el diagnóstico especializado.