Trombofilias congénitas 1) Factor V Leiden 2) Variante G20210A del gen de protrombina 3) Déficit de proteína C a) tipo I: concentración de proteína C y su actividad reducidas b) tipo II: concentración de proteína C normal y – IIa: actividad anticoagulante y amidolítica reducidas – IIb: actividad anticoagulante reducida, pero actividad amidolítica normal 4) Déficit de proteína S a) tipo I: niveles de proteína S total, proteína S libre y su actividad reducidos b) tipo II: niveles normales de la proteína S total y libre, pero actividad de proteína S reducida (poco frecuente) c) tipo III (sinónimo: IIa): niveles normales de proteína S total, pero niveles de proteína S libre y su actividad reducidos 5) Déficit de antitrombina a) tipo I: niveles de la proteína y su actividad reducidos b) tipo II: niveles normales de la proteína, pero su actividad anormal 6) Algunas disfibrinogenemias (en el 25 % de los casos de manifiestan con ETV y no con hemorragias, a pesar de niveles bajos de fibrinógeno en la coagulometría): p. ej. fibrinógeno Chapel Hill, Marburg, Krakow 7) Forma homocigota de homocistinuria (déficit de cistationina β-sintasa) 8) Aumento de la actividad del FVIIIa 9) Resistencia a la proteína C activada (PCA) no relacionada con el factor V Leiden, en parte condicionada genéticamente 10) Alteración de la fibrinólisis: aumento de la activación del inhibidor de la fibrinólisis activado por trombina (TAFI), alta actividad del inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1) |
Trombofilias adquiridas 1) Síndrome antifosfolipídico 2) Aumento de la actividad del FIX (>129 %) 3) Aumento de la actividad del FXI (>121 %) 4) Aumento de la actividad del FVIII (>150 %)a 5) Resistencia adquirida a la proteína C activada (APC): p. ej. en el embarazo, durante el uso de anticoncepción hormonal 6) Trombocitopenia inducida por heparina (TIH) 7) Hemoglobinuria paroxística nocturna 8) Presencia de la mutación V617F del gen JAK2 9) Concentración alta de fibrinógeno |
a Se estima que los factores ambientales, incluida la infección, inflamación o traumatismo, son responsables de >50 % de los casos de aumento crónico de la actividad del FVIII; hasta el momento, no se han identificado causas genéticas de esta situación. |