Tabla 4.27-1. Recomendaciones básicas para el diagnóstico de las enfermedades de ano, y evitar los errores diagnósticos y el retraso en la identificación de la neoplasia maligna

1. En todos los enfermos con manifestaciones del tracto digestivo bajo debe realizarse un tacto rectal. Hay que tomar nota del tamaño, la localización en relación con los esfínteres y el margen anal, la movilidad y la morfología (p. ej. ulceración) de todas las lesiones detectadas.

2. Siempre deben explorarse los ganglios linfáticos inguinales; y en caso de detectar adenopatías debe realizarse una biopsia aspirativa (PAAF).

3. Debe encargarse una endoscopia digestiva baja o (por lo menos anoscopia).

4. Antes de intentar un tratamiento conservador de una fisura o fístula crónica/recidivante, debe tomarse una biopsia para la prueba histológica. En caso de tomar una decisión sobre el tratamiento quirúrgico de enfermedades del ano aparentemente benignas (p. ej. extirpación de una fístula), debe encargarse un examen histológico del material biopsiado.

5. En todos los casos de tratamiento quirúrgico de hemorroides, es necesario el estudio histológico del material tisular retirado.