Pruebas en pacientes con sospecha de ACG

18.01.2018
Tests in patients with suspected GCA
Bhaskar Dasgupta

¿Qué pruebas deben realizarse en aquellos casos con sospecha de arteritis de células gigantes (ACG)? ¿Qué es lo que se debe buscar en la exploración física, pruebas de laboratorio y pruebas de imagen?

Bhaskar Dasgupta: Lo primero de todo, en todos los pacientes con ACG, necesitamos asegurarnos de que en verdad tienen ACG. Miramos los pulsos, y no solo el pulso en la arteria temporal y sus ramas, sino también los pulsos periféricos: si están presentes, si las arterias están engrosadas. Asimismo cuando las arterias sufren una inflamación, se vuelven sensibles, así que también las carótidas se vuelven sensibles. Es lo que se llama carotidinia. Así pues observa el pulso, busca cualquier tipo de isquemia que pueda tener el paciente. Asimismo deberemos observar la presencia de rasgos clínicos de polimialgia: los pacientes tendrán dificultad en subir los brazos o tendrán los brazos sensibles. También deberíamos excluir otras enfermedades, ya que la ACG se asocia a una respuesta inflamatoria, y hay otras enfermedades, como infecciones o tumores de la base del cráneo, que pueden parecerse a la ACG. Hay que asegurarse de que el paciente no tiene ningún otro problema infeccioso, neoplásico o inflamatorio que se parezca a la ACG.

Hay muchos exámenes que deben hacerse. Hay que mirar los pares craneales. A veces en la ACG pueden verse afectados los nervios oculomotores, por lo que esto debe analizarse con mucha atención. Una vez realizadas todas estas investigaciones, se llega a una pregunta, “¿la probabilidad de ACG es baja, alta o media?” A continuación se elige entre los exámenes que están disponibles. Por ejemplo, si alguien es especialista en ecografía y tiene un buen dispositivo que da buenos imágenes, pues que primero realice la ecografía. ¿Por qué deberíamos realizar primero la ecografía? Porque es una prueba no invasiva y de diagnóstico inmediato. Así pues, se realizan primero el diagnóstico clínico y luego la ecografía. Si en un paciente con alta probabilidad de ACG en la ecografía se encuentra el típico signo del halo, no hay que hacer nada más, solo empezar el tratamiento del paciente. Si en un paciente con baja probabilidad de ACG la ecografía es negativa, ya está, eso es todo. Se dice “usted no tiene la ACG” y se sigue buscando otra cosa. En una situación poco probable, en la que la ecografía es positiva, puede resultar necesaria una prueba adicional porque en personas con baja probabilidad de ACG no queremos iniciar el tratamiento con glucocorticoides solo porque la ecografía sea positiva. En este caso puede ser necesaria la biopsia de la arteria temporal. En varias situaciones es posible que se desee hacer una segunda prueba: cuando el diagnóstico no está muy claro o el resultado de la prueba es dudoso, es posible que se precise hacer una biopsia de la arteria temporal, o alguna otra prueba de imagen, como PET-escáner, RMN, sobre todo si se trata de una ACG de grandes vasos.

Es un acercamiento general que recomendamos en pacientes con sospecha de ACG. Primero, estratificar la probabilidad como baja, intermedia o alta, y luego elegir la prueba. Suele ser la ecografía, pero puede que sean necesarias otras pruebas de soporte.