Errores comunes en el tratamiento de la dislipidemia

26.04.2018
Common errors in the treatment of dyslipidemia
Ian Graham

¿Cuáles son los errores más comunes en el tratamiento de la dislipidemia?

Ian Graham: El primero sería tomar una decisión sobre el manejo sobre la base de una sola valoración de los niveles de lípidos. Los errores de laboratorio son poco comunes, pero a veces ocurren. Es muy importante disponer de varias determinaciones antes de tomar esta decisión.

Otro factor que no es poco frecuente, y que probablemente debería subrayarse más claramente en la guía, es que hay que considerar la hiperlipidemia secundaria. Se enumeran varias causas, pero la causa más común es una persona de mediana edad, con más probabilidad una mujer, con hipotiroidismo. Por supuesto, si no se trata la deficiencia tiroidea, los niveles de lípidos seguirán elevados. Es un factor bastante común, y a cualquier persona en la que los niveles de lípidos no descienden, o en la que hay una sospecha clínica de hipotiroidismo, se le debería determinar la función tiroidea. Muchos recomendarían, antes de iniciar el tratamiento, examinar la función tiroidea de todos modos, sobre todo en personas de mediana edad.

Otro dato que hay que tener en consideración es la hipertrigliceridemia. Hay mucha variabilidad y algunos pacientes con hipertrigliceridemia son extremadamente sensibles y basta solo con un asesoramiento acerca del estilo de vida, y no necesariamente necesitarán fármacos. Hay personas que responden extremadamente bien a la restricción de alcohol y a una restricción general de calorías. En algunos pacientes, una minoría, los niveles de triglicéridos pueden normalizarse por completo.

Es cada vez más importante que el paciente participe en la toma de decisiones acerca del manejo. Con mucha frecuencia se trata de personas de alto riesgo. ¿Por qué iban a querer convertirse en pacientes? ¿Por qué iban a querer tomar un comprimido? Uno realmente precisa discutir la razón de esto y del hecho de que en pacientes de alto riesgo las estatinas, por ejemplo, indudablemente reducen la mortalidad. En ese sentido, el problema con las estatinas, sobre todo en pacientes asintomáticos, es que casi la mitad de los pacientes deja de tomarlas al cabo de un año. Es particularmente importante explicar que estos fármacos funcionan al bloquear el enzima que aumenta el colesterol, pero no lo destruye. Solo funcionan si los toma. En general, las estatinas, como el tratamiento antihipertensivo, deberían tomarse de por vida, y esto necesita subrayarse. No es un fármaco para tomar unas semanas hasta que descienda el colesterol. Este aumentará en el momento en el que se deje de tomar el fármaco.