¿Cómo aumentar la tasa de donación de órganos?
Maureen Meade: Es una pregunta muy relevante. No se dispone de muchas evidencias que puedan guiarnos por los mecanismos que puedan mejorar las tasas de donación de órganos porque hay muchos niveles de intervención que uno puede emprender. En algunos países la gente se registra como donantes potenciales en caso de padecer una enfermedad crítica con un pronóstico sin esperanzas. En otros, la población, por lo general, simplemente está muy concienciada en cuanto a la donación de órganos. Me parece que es justamente en estos países y regiones donde las tasas de donación de órganos son las más altas y donde no hay necesidad de apoyarse en programas de autorregistro.
Otra manera que potencialmente puede mejorar las tasas de donación es que los médicos de cuidados intensivos realmente intenten mejorar su manejo basado en evidencia de donantes de órganos consentidos dentro de la unidad de cuidados intensivos (UCI). Eso significa que una vez que los familiares han otorgado su consentimiento para que su ser querido sea un donante de órganos en la UCI, los médicos brinden los cuidados precisos basados en la evidencia a los donantes de órganos. Estamos trabajando ahora internacionalmente, diría yo, para mejorar la atención basada en la evidencia en los donantes de órganos, a través de ensayos clínicos aleatorizados. Ha habido algunas iniciativas en Europa y en los Estados Unidos, y ahora en Canadá se está emprendiendo un gran esfuerzo para mejorar nuestra infraestructura para que podamos realizar ensayos clínicos aleatorizados, de modo que podamos saber si las intervenciones médicas específicas que realizamos en la UCI son de ayuda o no. Estas intervenciones incluyen terapia hormonal sustitutiva, estrategias de ventilación diferentes para donantes de órganos, diferentes estrategias vasopresoras para donantes de órganos y manejo de fluidos.
Hay muchas intervenciones, medicamentos y enfoques que podemos estudiar para mejorar nuestro manejo de los donantes de órganos en el futuro, pero en este momento no hay muchas evidencias en la investigación clínica que nos guíen en los procedimientos a seguir.