Riesgo de complicaciones cardíacas en jóvenes que usan las NSP

¿Deberíamos prestar atención particular al riesgo de complicaciones cardíacas serias —como el infarto de miocardio— en personas jóvenes que han ingerido nuevas sustancias psicoactivas? ¿Deberíamos advertir a los cardiólogos que presten especial atención al problema?

Dan Perri: Definitivamente hay informes de casos de IM en pacientes que usan tanto sales de baño como cannabinoides sintéticos. El uso de estos productos está aumentando, especialmente entre los jóvenes. Al principio los usaba la gente joven, que frecuentaba clubes de baile o raves, pero ahora su uso se ha extendido a más lugares. Su uso entre los jóvenes alcanza un 20 % e incluso es aún más alto entre los universitarios y los adultos jóvenes. El riesgo más elevado concierne a los que van a las fiestas y a los raves. Dicho esto, cabe señalar que la incidencia de IM y de arritmia significativa es relativamente baja en esta población.

Creo que es algo de lo que los cardiólogos deberían ser conscientes y cuando ven una arritmia inexplicable, un IM o anomalías en el electrocardiograma en un paciente joven, deberían investigar si el paciente ha podido tener contacto con estas sustancias. En estos casos el contexto clínico es muy relevante. Si el paciente llega temprano por la mañana, de una fiesta o de un concierto y lo dejan sus amigos, siempre existe una sospecha de que ha ingerido alguna sustancia. En esos casos una buena prueba a la cabecera podría ser útil. La buena noticia es que en la mayoría de estos pacientes no se desarrolla un IM que requiera una terapia importante. A veces, puede aparecer una enfermedad cardíaca no enmascarada y entonces hay que continuar con un examen para evaluar la existencia de posibles afecciones cardíacas, pero la mayoría de los síntomas se resolverá —por lo menos el dolor en el pecho— con la reducción de la presión sanguínea, de la frecuencia cardíaca y de la agitación, generalmente con benzodiazepinas.

Ahora bien, para responder a tu pregunta, creo que la incidencia de toxicidad cardíaca puede aumentar con el tiempo a medida que el uso de estas sustancias se extienda entre los jóvenes.