¿Aún hay un lugar para los antagonistas de la vitamina K? ¿Cuándo pueden utilizarse?
Mark Crowther: Definitivamente, los antagonistas de la vitamina K todavía tienen una función que desempeñar. Básicamente, dicha función se divide en 2 grupos. Hay un grupo de pacientes en el que sabemos que los nuevos agentes no deben utilizarse, por ejemplo los pacientes con válvulas cardíacas mecánicas. Y a lo mejor algunos pacientes con estados hipercoagulables muy profundos deben recibir antagonistas de la vitamina K. A modo de ejemplo, contamos con 60 años de experiencia del uso de warfarina en pacientes con válvulas cardíacas mecánicas con muy buena eficacia. Las primeras válvulas se utilizaron en la década de 1960 y desde entonces tenemos pacientes que reciben warfarina, acenocumarol o fenprocumón con un buen resultado. De ahí que, para los pacientes con válvulas cardíacas mecánicas y tal vez para un grupo de pacientes con otros estados hipercoagulables intensos, los antagonistas de la vitamina K sean y sigan siendo el tratamiento de elección.
El segundo grupo son los pacientes que no pueden permitirse los nuevos agentes. Estos no son baratos. Son bastante caros en muchas jurisdicciones y en múltiples lugares los pacientes no pueden permitírselos. Por ejemplo, la warfarina es el medicamento anticoagulante más frecuentemente prescrito en los Estados Unidos, principalmente por una cuestión de costos. En Canadá, donde trabajo, actualmente la warfarina se utiliza relativamente menos porque se han introducido nuevos fármacos que no solamente son menos caros, sino también son más accesibles a través de planes de medicamentos que son subvencionados por el gobierno o por los pagadores particulares.
Sin duda, la warfarina y los antagonistas de la vitamina K continuarán desempeñando un papel importante en pacientes seleccionados y en aquellos que no pueden permitirse los agentes más nuevos.