El Dr. Mark Crowther es profesor y jefe del Departamento de Medicina, y presidente de Leo Pharma en el Área de Investigación sobre Tromboembolismo de la McMaster University.
¿En pacientes tratados con warfarina, debemos realizar un cambio a anticoagulantes orales de acción directa (ACOD)? ¿Qué pacientes se verían beneficiados y cuáles no?
Mark Crowther (MD, MSc): Es una pregunta interesante. Como dije en otra ocasión, esto dependerá de las indicaciones. Los pacientes con una indicación consistente para el tratamiento con warfarina deben continuar su uso. Aquellos que no pueden permitirse un anticoagulante oral directo (ACOD), probablemente deberán continuar la warfarina. Pero en casi todos los demás se debe realizar el cambio.
La razón para ello es porque con el uso de warfarina el riesgo de sangrado —y particularmente de hemorragia cerebral— es al menos dos veces mayor que en el caso de los ACOD. La hemorragia cerebral se asocia con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad y puede darse con cualquier valor del índice internacional normalizado (INR). Por lo tanto, no es seguro continuar con la warfarina si tenemos la opción de usar los ACOD.
Si existe la indicación para administrar los ACOD y estos resultan accesibles, en mi opinión, la warfarina no debería utilizarse.