Manejo del hipotiroidismo agudo y del coma mixedematoso

21.01.2021
Management of severe hypothyroidism and myxedema coma
Leonard Wartofsky (MD, MPH)

El Dr. Leonard Wartofsky es profesor de medicina del Georgetown University Hospital, presidente honorario del Departamento de Medicina del Washington Hospital Center y antiguo presidente de la American Thyroid Association y la Endocrine Society.

¿Cuál es el tratamiento apropiado en pacientes con hipotiroidismo agudo y coma mixedematoso? ¿Qué hormonas tiroideas deben administrarse (T4 y T3 en combinación o de forma separada)? ¿A qué dosis?

Leonard Wartofsky (MD, MPH) Los pacientes con coma mixedematoso requieren un control muy estricto de su estado ventilatorio; estamos hablando del manejo de sus sistemas ventilatorio y cardiovascular en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Estos pacientes padecen bradicardia y pueden tener otro tipo de alteraciones del ritmo cardíaco, por lo que es necesario llevar a cabo un seguimiento atento al administrar el tratamiento. Están hipodérmicos y necesitan mantas calentadoras, pero no de las eléctricas. Estas personas deben ser calentadas gradualmente. El calentamiento realizado con demasiada prisa llevará a la dilatación periférica, caída de la tensión arterial y a un posible shock. Pueden presentarse reducción del volumen sanguíneo y disminución del gasto cardíaco, de ahí que también sea importante prestar especial atención a la administración de líquidos.

Para el tratamiento específico hay que administrar hormonas tiroideas: la tiroxina (T4) o la triyodotironina (T3), o bien ambas. Soy partidario del uso de ambas, y la razón es que estos pacientes normalmente están enfermos y sus organismos no son capaces de convertir la T4 en T3, que es la hormona tiroidea activa. Para revertir este evento realmente de una catástrofe en una la posible recuperación, es necesario que la hormona tiroidea actúe rápidamente, y esto solo puede lograrse a través de la T3.

Las dosis de T4 se administran para proporcionar un conjunto de hormonas sobre las que se ejerce una acción encaminada a su lenta conversión en T3, y pueden oscilar entre 200 y 500 µg de tiroxina administrada como una dosis en bolo iv. Posteriormente, se administran 20-60 µg de T3 como un bolo iv., con una dosis repetida equivalente a la mitad de dicha cantidad administrada en el intervalo de aproximadamente 12 h, y se realiza un seguimiento de las alteraciones del ritmo cardíaco y la presión arterial.