El Dr. Zain Chagla es profesor asociado en la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad McMaster y médico especialista en el hospital St. Joseph’s Healthcare Hamilton, en Ontario.
¿Cómo deberíamos interpretar los resultados inconsistentes de las pruebas de COVID-19 en personas asintomáticas?
Zain Chagla (MD, MSc): Lo primero que hay que ver es el historial clínico. Sabemos que es posible seguir dando positivo bastante tiempo después de haber desarrollado COVID-19, incluso semanas y meses después, sobre todo en las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Por lo tanto, el espectro de la enfermedad abarca desde estar justo al principio de la enfermedad, estar en el medio de la enfermedad y ser contagioso para los demás, o estar totalmente recuperado con un poco de eliminación viral residual en la PCR.
Con las pruebas de antígenos es algo diferente. La carga viral necesaria para que una prueba de antígenos salga positiva es bastante alta. Por lo tanto, si el test de antígenos se ha realizado correctamente y da positivo, lo más probable es que la persona tenga COVID-19, en cuyo caso tendría que hacerse una PCR adicional para confirmar. De todas formas, una prueba de antígenos positiva normalmente indica que hay una gran cantidad de antígenos presente, lo que concuerda con tener una carga viral alta o ser contagioso para los demás. Por lo tanto, una prueba de antígenos positiva se debe considerar una prueba positiva. Después se debería obtener una PCR positiva como parte de los estudios de diagnóstico. No obstante, yo recomendaría que esa persona se aislara y tomara precauciones hasta recibir el resultado. De vez en cuando hay falsos positivos que no importan, son resultados discrepantes con respecto a la PCR, pero no se dan con mucha frecuencia.
Sin embargo, un positivo en la PCR es diferente, sobre todo en una persona asintomática. Por lo tanto, es importante recabar el historial de esos pacientes, incluso los síntomas leves inespecíficos del último mes o los dos últimos meses, ya que pueden haber tenido COVID-19 entonces. Si tienes acceso a un laboratorio, pídeles lo que se conoce como umbral de ciclo, que indica cuánta cantidad de virus se ha amplificado en la PCR, lo que a menudo da una idea de la carga viral. Cuando alguien es muy contagioso, su umbral de ciclo es <25. Cuando es menos contagioso, se encuentra al final de la enfermedad o está eliminando el virus de forma persistente, el umbral se encuentra entre >30 y 35, lo que concuerda con la eliminación de bajo grado a lo largo del tiempo. Estas personas no son contagiosas pero darán positivo en la prueba.
Repetir la prueba también ayuda a determinar la trayectoria. Al principio de la enfermedad, los umbrales de ciclo también son bastante altos, pero van disminuyendo a medida que la enfermedad progresa. Los pacientes adquieren una carga viral más alta. Por lo tanto, un resultado negativo o un umbral de ciclo alto en una prueba secuencial indica que la enfermedad está en la fase final, el virus se está eliminando de forma persistente y esa persona no es contagiosa para los demás. Estas son infecciones antiguas, de hasta 2 o 3 meses atrás. Si la carga viral aumenta en la prueba de confirmación, significa que esa persona probablemente esté incubando la COVID-19, desarrollando síntomas o al menos que ya es contagiosa.
El caso es que se deben tener en cuenta todas las circunstancias. Conseguir un historial de los síntomas es importante, ya que permite fechar la infección. Repetir la prueba para confirmar que el resultado sea positivo o comprobar si la carga viral ha disminuido o aumentado también da una idea. Finalmente, analizar el umbral de ciclo —una medida sustitutiva de la carga viral— suele ayudar, junto con la prueba en serie, a diferenciar entre una infección temprana y una avanzada.