El Dr. Adam Torbicki es profesor de medicina en el Centro de Educación Médica de Posgrado en Varsovia, Polonia, exvicepresidente de la European Society of Cardiology y coautor de las guías europeas de hipertensión pulmonar.
¿Cuáles son los 3 avances recientes más importantes en el manejo de la hipertensión pulmonar?
Adam Torbicki (MD, PhD): Los 3 avances recientes más importantes en la hipertensión pulmonar (HP)... Empezaría por un nuevo fármaco que se ha desarrollado y ya está aprobado y reembolsado en muchos países, que es un agonista oral del receptor de la prostaciclina. Hasta ahora solo habíamos podido administrar prostaciclina en infusión continua, normalmente en venas grandes después de introducir un catéter Hickman, un procedimiento muy complejo. A veces usamos infusiones subcutáneas, como puede ser p. ej. en el caso de la insulina. Esto también es molesto para el paciente. También se administraban derivados de la prostaciclina por vía inhalatoria, pero eso requería varias inhalaciones al día, lo cual no es del todo sencillo y sin duda afecta a la calidad de vida. Ahora tenemos un fármaco nuevo de administración oral y acción similar. Probablemente no sea tan efectivo como la aplicación parenteral de prostanoides, pero puede servir de puente para esta terapia, la más efectiva pero no muy fácil de administrar. Así que este sería el primer avance reciente importante.
Luego hay algo verdaderamente fascinante, que no se usa ni se necesita con frecuencia, pero promete mucho para el futuro. Me refiero al gen anómalo, mutado, en la enfermedad venooclusiva pulmonar (EVOP). El diagnóstico diferencial de la EVOP es uno de los más difíciles en los pacientes con HP. Ahora que conocemos la mutación que causa la EVOP, no tendremos más dudas de diagnóstico con los pacientes que clínicamente presentan una HP grave. Ahora podemos detectar la mutación de este gen nuevo para facilitar la estrategia de manejo. Esta estrategia no es sencilla, a menudo desemboca en un trasplante de pulmón, pero al menos podemos estar seguros de haber tomado la decisión correcta.
Por último, un cambio muy reciente y muy importante que debería afectar a la práctica diaria es la nueva definición y el nuevo punto de corte a partir del cual diagnosticaremos, o se espera que diagnostiquemos, la HP. Ya no son 25 mm Hg, sino 20. Por lo tanto, estamos bajando el umbral para acercarnos más a los valores normales que se observan en personas sanas. Como probablemente recordéis, la presión arterial pulmonar media (PAPm) normal es de ~14 mm Hg; >20 mm Hg ya se considera un nivel anómalo. Ahora, la nueva definición intenta ajustarse a estos valores. Esto es algo problemático, ya que todavía no tenemos fármacos que se hayan verificado en esta zona, que hasta ahora se consideraba normal o cercana a la normalidad. Así pues, tenemos muchas cosas por hacer, muchos ensayos por organizar antes de estar seguros de lo que hacer con estos pacientes. Pero debemos recordar que la definición de HP ha cambiado.