Español
Polski
English
українська
Paul M. O’Byrne, MB, es profesor de medicina y decano y vicepresidente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la McMaster University
Si tuviera que elegir los 3 avances recientes más importantes en el tratamiento del asma, relevantes para la práctica diaria, ¿cuáles serían?
Los 3 avances más importantes en el tratamiento del asma de la última década han sido, primero, la idea de utilizar un tratamiento aliviador que contiene tanto un broncodilatador de acción corta —necesario para mejorar la broncoconstricción y los síntomas en los pacientes con asma—, así como un glucocorticoide inhalado. Se ha demostrado que este enfoque es muy eficaz en reducir los síntomas, evidentemente, esta es la razón por la cual los pacientes asmáticos utilizan un aliviador, pero también es mucho mejor que la monoterapia con un agonista β2 de acción corta (SABA) en la reducción del riesgo de exacerbaciones agudas y graves.
El segundo avance que creo que ha sido muy importante para los pacientes con asma ha sido la introducción de un número de terapias biológicas, que son, vuelvo a decir, muy eficaces en reducir el riesgo de exacerbaciones graves en pacientes. No obstante, hasta ahora se han utilizado principalmente en los pacientes con asma eosinofílica grave que no responden al tratamiento inhalatorio habitual. Actualmente están disponibles 5 biológicos, que han sido aprobados para el uso en los pacientes con asma grave —alérgica o eosinofílica— y que, como ya he dicho, se usan principalmente para reducir el riesgo de exacerbaciones en los pacientes.
El tercer avance importante ha sido la introducción de un biológico dirigido "más arriba" (upstream) de los biológicos actualmente disponibles, que se dirige contra la citocina derivada del epitelio, la alarmina epitelial. Esta citocina es la linfopoyetina estromal tímica (TSLP). Este es el primer biológico de eficacia demostrada también en los pacientes con asma grave no eosinofílica. Muy recientemente ha sido aprobado para el uso en varios países.
