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Mark Crowther, MD, Msc, es profesor de medicina, jefe del Departamento de Medicina y presidente de Leo Pharma en el Área de Investigación sobre Tromboembolismo de la McMaster University.
Excepto pruebas de anticuerpos antifosfolípidos, ¿se deben realizar pruebas de trombofilia en pacientes con antecedentes de recurrencia de abortos espontáneos o de muerte fetal?
La cuestión del impacto de las trombofilias congénitas en la recurrencia de abortos espontáneos o de muerte fetal es muy controvertida. Desgraciadamente, en la clínica que yo dirijo vemos a este tipo de pacientes y diría que —en la gran mayoría de los casos— las mujeres deciden hacerse las pruebas debido a lo que han leído en la red. Luego van a la clínica, no para preguntar si deben hacerse las pruebas, sino ya con los resultados. Esto nos lleva a la problemática de cómo distinguir entre los resultados relevantes e irrelevantes. Por ejemplo, entre ~3 % y el 5 % de la población en la que vivo tiene el factor V Leiden. Asimismo, entre ~3 % y el 5 % de las personas con pérdida de embarazo recurrente tendrá el factor V Leiden. Las mujeres están convencidas de que esta fue la causa de la pérdida de embarazo. Pero tengo que subrayar que la evidencia es muy débil.
Así que diría que no puedo dar una respuesta muy concreta para esta pregunta, porque raras veces hablo sobre la posibilidad de hacer las pruebas. Habitualmente, tengo que explicar los resultados de las pruebas ya hechas.
Creo que, a no ser que haya algo que me haga sospechar uno de estos trastornos —por ejemplo: antecedentes familiares importantes del tromboembolismo venoso— no me imagino que derivaría las pruebas. Esto es porque no existe evidencia convincente de que el factor V Leyden sea relevante en el diagnóstico de una mujer con 3 pérdidas de embarazo después de las 10 semanas que tiene el tiene este factor, y, lo más importante, de que haya algún tratamiento que se pueda administrar para cambiar el resultado.
