Bernd W. Böttiger, MD, es profesor del Departamento de Anestesiología y Medicina Intensiva de la Universität zu Köln en Alemania.
¿Cuál es la estrategia recomendada para el control de la temperatura y la administración de líquidos en pacientes tras un paro cardíaco súbito (PCS)?
El control de la temperatura es una cuestión urgente. Los pacientes después de paro cardíaco súbito extrahospitalario normalmente ingresan con una temperatura de ~35 o 35,5 ºC y hay mucho debate sobre si hay que enfriarlos más o si la normotermia es suficiente.
Tenemos datos y pronto se publicará un metanálisis como una revisión Cochrane, [que demuestra] que el enfriamiento es beneficioso para estos pacientes. Enfriamos a los pacientes adultos durante por lo menos 24 horas hasta 33 ºC. Los niños pueden beneficiarse de un enfriamiento más prolongado, de hasta 72 horas. Tenemos que evitar la fiebre durante al menos 72 horas en el período posreanimación cardiopulmonar.
Con respecto a la administración de líquidos, seguimos las mismas recomendaciones que para los pacientes admitidos en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Así que no hay recomendaciones específicas para los pacientes con paro cardíaco. La presión arterial debe ser normal y es todo lo que se necesita.