Broncodilatadores de acción larga y glucocorticoides inhalados en la bronquiectasia

10.01.2024
John Kolbe, MD, PhD

John Kolbe, MD, PhD, es pulmonólogo del Auckland City Hospital, profesor de medicina y director del Departamento de Medicina de la University of Auckland, Nueva Zelanda.

¿Hay un lugar para los broncodilatadores de acción larga (LABA) y los glucocorticoides inhalados en el tratamiento de la bronquiectasia?

Bien, se podría pensar que sí. [Pero] la evidencia es muy limitada. En el patrón de la bronquiectasia la presión barométrica sugiere una obstrucción del flujo del aire. Así que se podría pensar que los agonistas β2 tienen un papel por jugar. Pero hay muy poca evidencia para esto. Y la evidencia que sí existe sugiere que hay pocos pacientes con bronquiectasia que tengan una respuesta aguda significativa a los broncodilatadores. Obviamente, los broncodilatadores pueden reducir la retención de gases, pero normalmente esto no es un problema mayor en la bronquiectasia idiopática en comparación con la fibrosis quística.

Existe un ensayo de alta calidad, realizado por mis colegas de Auckland, que investiga el papel de los antagonistas muscarínicos de acción larga (LAMA), y los resultados de dicho ensayo demuestran que hay una mejora muy pequeña, pero probablemente clínicamente significativa en el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1). Pero, desgraciadamente, no hay cambios en la frecuencia de las exacerbaciones.

Luego, finalmente, tenemos los glucocorticoides inhalados. Hay solo unos pocos ensayos pequeños, y ninguno de ellos demuestra beneficios, por lo que su uso no está recomendado. Si extrapolamos los datos de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), los glucocorticoides inhalados pueden incluso tener una desventaja. Es posible que incrementen el riesgo de infecciones de las vías respiratorias bajas y el riesgo de infección por micobacterias no tuberculosas.