Paul M. O’Byrne (MB) es profesor de medicina, decano y vicepresidente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la McMaster University.
¿Debemos ofrecer el tratamiento con fármacos biológicos a los pacientes con asma no grave?
En mi opinión, el uso de biológicos o fármacos que actúan sobre las proteínas T2, la interleucina 5 (IL‑5), IL‑4, IL‑13 y la linfopoyetina estromal tímica (TSLP), por ejemplo, irá ampliándose hacia los pacientes con asma menos grave. Con el anticuerpo anti‑TSLP, el tezepelumab, ya tenemos evidencia convincente de que puede proporcionar un beneficio clínico útil también en los pacientes con asma leve.
Lo que restringe su uso en las poblaciones no graves es su coste. Los biológicos son muy caros y por este motivo de momento su uso se limita solo a los pacientes con asma grave y muy alto riesgo de exacerbaciones u hospitalización por asma. A un coste más bajo o con nuevos avances que permitan actuar sobre estas proteínas sin utilizar biológicos específicos, creo que se utilizarán de manera mucho más amplia en la enfermedad leve.