Imran Satia (MD, PhD) es profesor ayudante del Departamento de Neumología de la McMaster University.
¿Es la eosinofilia en citología nasal de un paciente con tos crónica una señal de bronquitis eosinofílica?
La bronquitis eosinofílica o bronquitis eosinofílica no asmática fue descrita por primera vez por Freddy Hargreave y Peter Gibson a finales de los 80. La descripción se basó en un diagnóstico de tos crónica, pero con evidencia de eosinófilos en el esputo inducido. Los pacientes tosieron y expectoraron, con el resultado de >2‑3 % de eosinófilos en el esputo examinado. Cuando hicieron pruebas de provocación bronquial, como la prueba con metacolina, no encontraron evidencia de hiperreactividad bronquial, por lo cual inventaron el término bronquitis eosinofílica no asmática.
La manera ideal de diagnosticar es analizar la citología del esputo. Algunos han intentado tomar muestras nasales, pero —que yo sepa— no hay evidencia de que sea una buena prueba para biopsia nasal.
Algunos usan a menudo la [determinación de la] concentración del óxido nítrico en el aire espirado [FENO] para ayudar a diagnosticar la bronquitis eosinofílica porque es una prueba mucho más fácil de realizar. No obstante, su sensibilidad y especificidad son muy variables —[la sensibilidad es] de un 75‑90 %—, y no existen niveles de la normalidad acordados de FENO. ¿Deben ser >40 ppb o >50 ppb?
Algunos no tienen acceso a la citología de esputo, así que pueden hacer biopsias bronquiales para intentar ver si hay eosinófilos en la mucosa o submucosa y establecer el diagnóstico de bronquitis eosinofílica no asmática. Pero en la práctica clínica, la determinación de la eosinofilia en esputo es la manera más fácil y práctica de hacerlo.