El Dr. Jyotirmoy Pal (MD) es profesor de medicina, médico especialista y geriatra del College of Medicine & Sagore Dutta Hospital, India. Es el actual Presidente electo de la Association of Physicians of India y ha ocupado el cargo de decano del Indian College of Physicians.
¿Cómo evaluar el riesgo de caídas en la práctica diaria?
Una caída es un evento muy frecuente en personas mayores y, en muchas ocasiones, no se aborda de manera adecuada, ni por parte de los propios pacientes ni de sus familiares. Las caídas son tan frecuentes que pueden aumentar la mortalidad y la morbilidad en ancianos. Por lo tanto, es necesario prevenir las caídas y evaluar el riesgo de caídas, es decir, identificar a estas personas mayores que son propensas a caídas en el futuro. Si conseguimos descubrir que una persona mayor puede tener una caída en el futuro cercano —aparece un trastorno de la marcha y del equilibrio— podemos tomar medidas adecuadas para prevenirla.
Hay diferentes habilidades clínicas y métodos clínicos simples. Al aplicar estos métodos, podemos identificar a las personas mayores con riesgo elevado de caídas en el futuro cercano. Por ejemplo, disponemos de pruebas como el Four Square Step Test (FSST), el Timed Up and Go (TUG) o el Single Limb Stance (SLS). Son pruebas simples que pueden realizarse en un paciente ambulatorio.
Si tenemos más tiempo, podemos hacer pruebas más detalladas —utilizar la escala de equilibrio de Berg o el índice de marcha dinámica—, que permiten evaluar el riesgo de caídas con más detalles. Al mismo tiempo, si el riesgo de caídas es alto, el médico debe identificar cuál es la causa de este riesgo: si el paciente tiene algún trastorno neurológico, muscular, articular o si es por la polimedicación. Los fármacos son una de las principales causas de caídas, por lo que deben revisarse. También deben tenerse en cuenta los factores situacionales. Una persona puede no tener ninguna enfermedad, no ser polimedicada, pero las condiciones de su hogar —de los suelos y la iluminación— pueden ser deficientes, pueden contribuir a un riesgo de caída en el futuro cercano, incluso dentro de casa. Por lo tanto, deben evaluarse todos estos factores: si hay una enfermedad orgánica, el efecto de la polimedicación, los factores situacionales y los factores ambientales. Todo esto debe ser evaluado por el médico que trata a un paciente mayor de 65 años, es decir, un paciente de edad avanzada.