Osteoporosis y bisfosfonatos a largo plazo

La Dra. Alexandra Papaioannou (MD, MSc) es profesora de medicina en los Servicios de Medicina Geriátrica y de Reumatología de la McMaster University, y la investigadora principal de la Long-term Care Ontario Osteoporosis Strategy. Tiene conocimientos y experiencia en el área de la osteoporosis y fragilidad en adultos mayores.

¿Cuándo está justificado el uso prolongado de bisfosfonatos en el tratamiento de la osteoporosis? ¿Cuándo puede interrumpirse? ¿Cómo vigilar a los pacientes sometidos a este tratamiento?

Es una pregunta muy interesante y actual. La mayoría de las investigaciones ha mostrado que, aproximadamente en el año 5 o 6 del tratamiento, aumenta el riesgo de osteonecrosis de la mandíbula y de fracturas atípicas. Los beneficios de estos medicamentos —en lo que se refiere a la mejora de la densidad ósea y a la terapia de fracturas— parecen disminuir. Así que, los riesgos comienzan a superar los beneficios alrededor del año 5 o 6.

La mayoría de las sociedades en este caso recomiendan, o bien considerar tratamientos alternativos, como un agente anabólico o el denosumab, si el paciente sigue siendo de alto riesgo, o bien interrumpir el tratamiento y reevaluar al paciente dentro de 2-3 años mediante densitometría ósea. En algunos países la vigilancia también se realiza con el uso de marcadores óseos.