La Dra. Sharon Kolasinski (MD) es profesora de medicina clínica en el Departamento de Reumatología de la University of Pennsylvania, EE. UU. Como Jefa del Departamento de Reumatología del Penn Presbyterian Medical Center y Directora de Reumatología en el Penn Musculoskeletal Center, es responsable de la coordinación de cuidados reumatológicos en pacientes hospitalizados y ambulatorios.
¿Cuáles son los aspectos más importantes del tratamiento y prevención de enfermedades degenerativas?
Para empezar, la prevención de la osteoartritis está en sus inicios. Y, en primer lugar, se sabe que hay algunas predisposiciones genéticas a la osteoartritis. Estas no pueden modificarse. Sin embargo, también se sabe que hay eventos a lo largo de la vida que aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis, siendo las lesiones articulares uno de los factores importantes. Un grupo con mayor riesgo son personas después de lesiones deportivas con desgarros o roturas del ligamento cruzado anterior (LCA). Estas personas tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar osteoartritis en una etapa relativamente temprana de la vida. 10-15 años después de una lesión de este tipo a menudo hay evidencia radiográfica de osteoartritis en pacientes relativamente jóvenes. Se trata de lesiones frecuentes, como p. ej. lesiones de rodilla en el fútbol. Por lo tanto, es importante garantizar a los deportistas jóvenes unos buenos programas de entrenamiento y una preparación adecuada para que puedan practicar deportes. Por supuesto, mientras más lesiones deportivas podamos prevenir, mejor. Es igual en caso de lesiones ocupacionales, ya que la osteoartritis postraumática es un problema importante. La seguridad en el trabajo es esencial.
En cuanto a otras medidas a lo largo de la vida, sabemos que la inactividad contribuye a la osteoartritis. Por ello, es fundamental fomentar la actividad física y el ejercicio de manera constante a lo largo de la vida, ya que esto ayuda a reducir el riesgo de osteoartritis. Las articulaciones están diseñadas para moverse, y el movimiento mejora la salud articular. Usar las articulaciones ayuda a mantenerlas en la mejor condición posible, por lo que alentamos a las personas a participar en actividad física regular a lo largo de la vida. Otro aspecto importante es mantener el peso corporal dentro del rango normal. Por supuesto, no toda la osteoartritis está relacionada con la obesidad, pero la obesidad puede acelerar la osteoartritis en las extremidades inferiores y hacer que sea más sintomática. Con todo el acceso a alimentos, tanto de alta como de baja calidad, a alimentos ultraprocesados e hipercalóricos, en todo el mundo observamos un creciente aumento de peso. Así que, es importante mantener el normopeso. Incluso después del diagnóstico de osteoartritis, esforzarse por alcanzar un peso corporal normal puede generar beneficios significativos, tanto en la reducción de los síntomas como en la mejora del funcionamiento.
Esos son los aspectos que destacaría en términos de prevención. Por supuesto, también es importante una nutrición adecuada, aunque no sabemos exactamente qué nutrientes específicos deberíamos priorizar durante la juventud. La ingesta adecuada de calcio en la juventud es sin duda beneficiosa, al igual que la vitamina D a lo largo de la vida. Sin embargo, no tenemos recomendaciones específicas sobre suplementos o medicamentos preventivos para la osteoartritis.
En cuanto a los principios más importantes de manejo de la osteoartritis, tenemos, otra vez, el ejercicio, ya que hay una cantidad abrumadora de datos que muestran los beneficios del ejercicio en el manejo del dolor y en la mejoría funcional. Incluso hay indicios de que la pérdida de peso y el ejercicio pueden reducir la progresión de la osteoartritis o hasta tal vez retrasar la necesidad de reemplazo articular. Es algo fantástico si se consigue evitar la cirugía. Sin embargo, es difícil lograrlo y difícil de implementar en la práctica, es difícil convencer a los pacientes a que participen. Creo que una de las cosas que debemos hacer es hablar con nuestros pacientes sobre el ejercicio. Yo pregunto a mis pacientes en cada consulta qué ejercicio hacen. Muchos de ellos saben que van a responder que no hacen ejercicio, pero anticipan la pregunta, reflexionan sobre ello y, tal vez, algunos años después, comienzan a participar en actividades físicas. Creo que lo más importante es pensar cómo mejorar la salud general de nuestros pacientes. Esto incluye mantener un peso corporal normal y hacer ejercicio con regularidad.
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