Los pacientes con gammapatía monoclonal de significado incierto (GMSI), una condición común en ancianos, corren un bajo riesgo de progresión a mieloma múltiple (MM). ¿Quién debe controlar a estos pacientes: hematólogos y oncólogos? ¿O médicos generales?
Chris Hillis: Pienso que este es un buen ejemplo de una alteración que puede seguirse en atención primaria. Ciertamente, este problema es cada vez más prevalente a medida que la población envejece, pues al menos el 3 % de los pacientes mayores de 70 años son diagnosticados con gammapatía monoclonal de significado incierto, o GMSI. Con los nuevos criterios de estratificación del riesgo podemos encontrar una población de pacientes con GMSI que corren un riesgo muy bajo de progresión. Si el paciente presenta un nivel de proteína monoclonal IgG menor de 15 g/l, cadenas ligeras libres en suero normal, y no presenta síntomas CRAB (hipercalcemia, insuficiencia renal, anemia, lesiones óseas), la posibilidad de progresión en 20 años es menor del 5 %. Por lo tanto, los expertos recomiendan en la actualidad incluso que el paciente con GMSI no sea sometido a seguimiento posterior. En pacientes con riesgo intermedio o alto, además de controlar la electroforesis de proteínas séricas, se requiere un recuento de hemograma completo una vez al año. Se requieren también controles de los síntomas CRAB, que, si bien pueden realizarse en atención primaria, al menos los pacientes de mayor riesgo serán controlados por el hematólogo o el oncólogo.