Siglas y abreviaturas: COVID-19 (coronavirus disease 2019)— enfermedad por coronavirus 2019; IC — intervalo de confianza; RIC — rango intercuartílico; ECA — ensayo clínico aleatorizado
Metodología: ECA multicéntrico
Población: Pacientes hospitalizados con sospecha clínica o diagnóstico de COVID-19 confirmado por pruebas de laboratorio
Intervención: 6 mg de dexametasona intravenosa u oral una vez al día durante un período máximo de 10 días
Control: Tratamiento estándar
Criterio de valoración principal:
- Mortalidad a 28 días
Criterios de valoración secundarios:
- Tiempo hasta el alta hospitalaria
- Necesidad de implementar ventilación mecánica (en los pacientes no intubados en el momento de la aleatorización)
Resultados: Se analizaron 6425 pacientes, de los cuales 2104 se incluyeron en el grupo de tratamiento y 4321 en el grupo de control. Edad media: 66,1 años. Los hombres representaron el 64 % de la población. La mediana de tiempo de administración de la dexametasona fue de 7 días (RIC: 3-10).
Criterio de valoración principal: Se observó una menor incidencia del criterio de valoración principal en el grupo de tratamiento que en el grupo de control en los pacientes:
- con ventilación mecánica (29,3 % vs. 41,4 %; riesgo relativo, 0,64; IC 95 %, 0,51-0,81)
- con oxigenoterapia pero sin ventilación invasiva (23,3 % vs. 26,2%; riesgo relativo, 0,82; IC 95 %, 0,72-0,94).
En el grupo de pacientes que no recibieron ni oxigenoterapia ni ventilación invasiva no fue posible demostrar una relación similar (17,8 % vs. 14,0%; riesgo relativo, 1,19; IC 95 %, 0,91-1,55).
La administración de dexametasona se asociaba a una menor mortalidad a 28 días entre los pacientes con síntomas persistentes durante >7 días, pero no entre los pacientes con una menor duración de los síntomas.
Criterios de valoración secundarios: En comparación con el grupo de control, en el grupo de tratamiento:
- se observó una mediana de tiempo de hospitalización más baja (12 días vs. 13 días)
- se constató una mayor probabilidad de recibir el alta hospitalaria en un período de 28 días (riesgo relativo, 1,10; IC 95 %, 1,03-1,17)
- en los pacientes no intubados en el momento de la aleatorización, se observó una menor frecuencia de administración de ventilación invasiva (riesgo relativo, 0,77; IC 95 %, 0,62-0,95).
Conclusiones
La administración oral o intravenosa de 6 mg de dexametasona una vez al día en los pacientes con COVID-19 reduce el riesgo de muerte entre los pacientes con ventilación invasiva u oxigenoterapia sin ventilación invasiva. No se ha conseguido demostrar que este tratamiento reduzca la mortalidad en los pacientes en los que no se hubiera administrado ninguna técnica de respiración asistida.
Comentario
La búsqueda de tratamientos eficaces contra la COVID-19 ya dura varios meses. Sin embargo, la mayoría de informes que se habían publicado hasta la fecha procedían de estudios asociados a un riesgo alto o muy alto de error sistemático (ensayos retrospectivos, ensayos sin grupos de control). Los resultados de los estudios aleatorizados disponibles no han confirmado la eficacia de las terapias potenciales (p. ej. cloroquina) o han dado resultados contradictorios (remdesivir). Por lo tanto, se aguardaba con gran expectación la publicación de los resultados completos del ensayo RECOVERY, en el que se evaluó, entre otras cosas, la eficacia de los glucocorticoides como tratamiento de la COVID-19.
La dexametasona administrada en el estudio RECOVERY es un fármaco de buen perfil de seguridad que se usa de forma generalizada en otras enfermedades. Además, es barata y de fácil acceso. Más satisfactorios aún son los resultados que apuntan claramente a una reducción de la mortalidad en los pacientes del grupo de intervención (6 mg de dexametasona una vez al día VO o iv.): con ventilación mecánica o con oxigenoterapia sin ventilación invasiva. Desgraciadamente, no se ha conseguido demostrar que este tratamiento genere beneficios similares en los pacientes en los que no se hubiera administrado ninguna forma de respiración asistida. Otra observación importante es que el tratamiento reduce la frecuencia de intubación y la necesidad de administrar ventilación mecánica invasiva en los pacientes del grupo de tratamiento que no estuvieron intubados en el momento de la aleatorización.
Teniendo en cuenta la alta calidad de los datos del ensayo RECOVERY y la ausencia de otras terapias de eficacia demostrada en la COVID-19, consideramos que se debe administrar dexametasona en todos los pacientes con COVID-19 que requieran ventilación asistida.