Prevención de la infección por SARS-CoV-2
Los pacientes con EPOC deben utilizar los métodos básicos de prevención de la infección:1) mantener la distancia social
2) lavarse las manos con frecuencia
3) llevar mascarilla en espacios públicos.
No se conoce la eficacia de las mascarillas y demás métodos en proteger a los pacientes con EPOC frente la infección por SARS-CoV-2, pero tanto las mascarillas quirúrgicas como las mascarillas con filtro N95 (FFP2 según la normativa europea) han protegido con eficacia a los empleados sanitarios frente a la propagación de la gripe y las enfermedades pseudogripales. Usar una mascarilla N95 que se adhiera bien a la cara es más eficaz que llevar una mascarilla quirúrgica. Sin embargo, influye negativamente en los parámetros de ventilación de los pacientes con EPOC (probablemente llevar mascarilla quirúrgica no dificulta la ventilación, no siquiera en los pacientes con obstrucción bronquial grave). Los pacientes deben llevar mascarilla siempre que sea posible. El resto de métodos de protección facial se deben usar de forma excepcional.
En caso de que el paciente con EPOC presente un riesgo alto de sufrir una infección por SARS-CoV-2 de curso grave, se puede considerar su aislamiento, lo cual significa que no debería ir a trabajar ni salir a la compra. En Reino Unido se sugiere esta medida en los pacientes con VEF1 <50 % del valor de referencia, una disnea de intensidad >3 en la escala mMRC, antecedentes de hospitalización por exacerbación de la EPOC o que requieran oxigenoterapia crónica o ventilación no invasiva. Sin embargo, estos pacientes deben realizar actividad física y entrenar en casa tanto como sea posible.