La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (Food and Drug Administration, FDA) ha autorizado el uso de emergencia de dos vacunas contra la COVID-19:
- la vacuna BNT162b2 de Pfizer/BioNTech para administrar en personas ≥16 años; el esquema de vacunación completo incluye 2 dosis con 21 días de separación (véase ¿Qué sabemos sobre la vacuna BNT162b2 contra la COVID-19 de Pfizer?); nota de la editorial: el fármaco BNT162b2 (Comirnaty) también ha recibido la autorización condicional para su comercialización en los países de la Unión Europea.
- la vacuna mRNA-1273 de Moderna para administrar en personas ≥18 años; el esquema de vacunación completo incluye 2 dosis con 28 días de separación (véase La FDA da luz verde a la vacuna de Moderna contra la COVID-19).
Grupos con prioridad para la vacunación contra la COVID-19
De acuerdo con las recomendaciones provisionales del Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP), prioritariamente se debe vacunar contra la COVID-19 a los siguientes grupos de personas (en el orden indicado):
- empleados sanitarios y residentes en centros de atención a largo plazo
- personas ≥75 años y trabajadores esenciales fuera del sector sanitario
- personas de 65-75 años y personas de 16-64 años que presenten factores de riesgo de sufrir COVID-19 grave (el embarazo se incluye en los factores de riesgo).
Riesgo de sufrir COVID-19 durante el embarazo
- Las embarazadas pertenecen al grupo de riesgo de sufrir COVID-19 grave.
Los datos científicos disponibles sugieren que las embarazadas con COVID-19 presentan un mayor riesgo de enfermedad grave, ingreso en la unidad de cuidados intensivos, necesidad de ventilación mecánica (incluida la oxigenación por membrana extracorpórea [OMEC]) y mortalidad que las no embarazadas. Las enfermedades concomitantes, p. ej. obesidad o diabetes, aumentan aún más el riesgo de COVID-19 grave en las embarazadas.
Recomendaciones del American College of Obstetricians and Gynecologists
Embarazadas
- A las embarazadas que pertenezcan a los grupos con prioridad para la vacunación establecidos por el ACIP no se les debe negar la posibilidad de vacunarse contra la COVID-19.
Actualmente no disponemos de datos de ensayos clínicos sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 en embarazadas. Sin embargo, tampoco hay datos que sugieran que las vacunas estén contraindicadas en este grupo. En los ensayos preclínicos sobre la toxicidad del desarrollo y reproductiva (Developmental and Reproductive Toxicity, DART) que los fabricantes de ambas vacunas realizaron con animales, no se observó ningún indicio preocupante en cuanto a la seguridad en este ámbito. - Las mujeres embarazadas deben tener la posibilidad de decidir por ellas mismas si vacunarse contra la COVID-19 e, independientemente de la decisión que tomen, recibir apoyo.
- Las embarazadas que estén sopesando vacunarse contra la COVID-19 deben tener acceso a información actualizada sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas, incluida la información sobre qué datos aún no están disponibles.
- La embarazada puede hablar con su médico sobre la vacuna contra la COVID-19 para que le sea más fácil tomar una decisión. Sin embargo, esta conversación antes de la vacuna no debería ser obligatoria, ya que puede generar obstáculos innecesarios en el acceso a esta prestación. Las cuestiones más importantes que se deben abordar durante la conversación con la embarazada son la actividad del virus en la población, la eficacia de la vacuna, el riesgo de desarrollar COVID-19 y la gravedad de la enfermedad en las madres, incluida la influencia de la enfermedad de la madre en la salud del feto y del recién nacido, así como la seguridad de la vacuna para la embarazada y el feto. Esta conversación también constituye una buena ocasión para recordarle a la paciente la importancia de otros medios de prevención de la infección, como lavarse las manos, mantener la distancia personal y llevar mascarilla.
- Los médicos deben analizar los datos disponibles sobre los riesgos y beneficios de la vacuna contra la COVID-19 en las embarazadas, como el riesgo de no administrar la vacuna teniendo en cuenta el estado de salud actual de la paciente (nota de la editorial: p. ej. presencia de enfermedades concomitantes que aumenten el riesgo de COVID-19 grave), el riesgo de contraer COVID-19, el riesgo de exponerse a la infección en el lugar de trabajo o en casa, y el riesgo de que de los corresidentes pertenecientes a grupos de riesgo de COVID-19 grave se expongan a la infección.
Cuestiones acerca de la administración de las vacunas
- Se debe recetar paracetamol a las embarazadas que presenten fiebre después de la vacuna.
- Actualmente no hay preferencias en cuanto a qué vacuna contra la COVID-19 administrar en las embarazadas (por motivos de autorización, únicamente en las embarazadas de 16-17 años se debe elegir la vacuna BNT162b2 de Pfizer/BioNTech).
- El esquema de vacunación se debe completar con el mismo producto.
- Se deben dejar ≥14 días entre la vacuna contra la COVID-19 y la vacuna contra otras enfermedades (p. ej. difteria, tétanos y tosferina) (nota de la editorial: para minimizar el riesgo de que se acumulen reacciones adversas a la vacuna).
- No se debe denegar la administración de inmunoglobulina anti-D a las mujeres que hayan recibido recientemente la vacuna contra la COVID-19 o planeen recibirla, ya que no influye en la respuesta inmunitaria.
Mujeres lactantes
- A las mujeres en período de lactancia que pertenezcan a los grupos con prioridad para la vacunación establecidos por el ACIP se les debe proponer la vacuna contra la COVID-19.
- No hay necesidad de que las mujeres que hayan recibido la vacuna contra la COVID-19 interrumpan o eviten iniciar la lactancia.
Mujeres que planeen quedarse embarazadas
- Se recomienda vacunar contra la COVID-19 a las mujeres que estén intentando o planeen quedarse embarazadas y pertenezcan a los grupos con prioridad para la vacunación establecidos por el ACIP.
- Teniendo en cuenta el mecanismo de acción y el perfil de seguridad de las vacunas en las personas no embarazadas, se considera que las vacunas ARNm contra la COVID-19 no aumentan el riesgo de infertilidad.
- No es necesario retrasar el embarazo después de vacunarse contra la COVID-19.
- Si la mujer se queda embarazada después de recibir la primera dosis de la vacuna, la segunda dosis se debe administrar de acuerdo con las indicaciones.
- No se debe requerir ningún test de embarazo antes de administrar cualquier vacuna contra la COVID-19 que haya recibido la autorización de uso de emergencia.