Siglas y abreviaturas: COVID-19 (coronavirus disease) — enfermedad por coronavirus, OR — odds ratio, RT-PCR (reverse transcription polymerase chain reaction) — reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa, SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) — coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave
Identificar a los pacientes infectados por SARS-CoV-2 de entre todos los pacientes con síntomas de infección de las vías respiratorias supone un reto importante desde el punto de vista de la práctica clínica diaria. Un estudio de casos y controles publicado en noviembre de 2020 en la revista The Laryngoscope comparó la prevalencia de varias manifestaciones clínicas en los pacientes con sospecha de infección por SARS-CoV-2 y con infección confirmada.
El estudio incluyó a 355 empleados sanitarios del Hospital Universitario de Getafe (media de edad 43 años, 81 % de mujeres) con sospecha de infección por SARS-CoV-2 (basada en la incidencia de síntomas como tos, fiebre, cefalea y disnea) entre el 15 de marzo y el 7 de abril de 2020. El grupo de casos estuvo compuesto por personas con infección por SARS-CoV-2 confirmada por RT-PCR (n = 215). Los pacientes en los que se descartó la infección constituyeron el grupo de control (n = 140).
Los siguientes síntomas se observaron en >50 % de los pacientes con COVID-19: cansancio, tos, mialgia, cefalea, alteraciones del olfato, dolor en el segmento sacrolumbar, alteraciones del gusto y fiebre. Algunos síntomas menos frecuentes fueron rinorrea, dolor de faringe, dolor torácico, disnea y diarrea. De los síntomas anteriores, las alteraciones del olfato (OR 4,88), las alteraciones del gusto (OR 3,51), la distermia (OR 2,38) y la tos (OR 1,83) incrementaron significativamente el riesgo de obtener un resultado positivo en la RT-PCR. El riesgo de confirmar el diagnóstico de COVID-19 fue 5 veces mayor en caso de que el paciente presentara tos y alteraciones del olfato concomitantes (OR 5,46), y casi 4 veces mayor en caso de que presentara alteraciones del olfato y distermia concomitantes (OR 3,91). Por otro lado, la fiebre (temperatura corporal >37,5 °C) estuvo ligada a un riesgo 3 veces mayor de obtener un resultado positivo en la RT-PCR en comparación con su ausencia. 138 (64,1 %) y 114 (53 %) pacientes con COVID-19 sufrieron alteraciones del olfato y del gusto respectivamente. En el 85,4 % de los pacientes, estos síntomas remitieron 14 días después de su aparición.
Los resultados del ensayo muestran una relación característica entre las alteraciones del olfato y la infección por SARS-CoV-2. Además, indican que la probabilidad de que se diagnostique la infección aumenta si el paciente presenta tos y alteraciones del olfato concomitantes. Según los autores, estas observaciones pueden ser especialmente útiles a la hora de desarrollar herramientas clínicas que permitan distinguir a los pacientes con COVID-19 de otros pacientes con un espectro de síntomas similar.