Siglas y abreviaturas: 6MWT (6 minute walk test) — prueba de marcha de 6 minutos, COVID-19 (coronavirus disease 2019) — enfermedad por coronavirus de 2019, DLCO (diffusing capacity of the lung for carbon monoxide) — capacidad de difusión pulmonar de monóxido de carbono, EGFR (epidermal growth factor receptor) — receptor del factor de crecimiento epidérmico, IMC — índice de masa corporal, MMP (matrix metalloproteinases) — metaloproteinasas de matriz, RALE (radiographic assessment of lung edema) — evaluación radiográfica del edema pulmonar, SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) — coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo, VEGF (vascular endothelial growth factor) — factor de crecimiento endotelial vascular
Introducción: la disfunción respiratoria persistente y las anomalías observadas en las pruebas radiológicas pulmonares son algunas de las secuelas más graves de la infección por SARS-CoV-2. Sigue sin conocerse exactamente el mecanismo ligado a la fibrosis pulmonar secundaria a la COVID-19. Investigadores españoles han planteado la hipótesis de que el SARS-CoV-2 puede provocar una sobreexpresión de los biomarcadores que inducen el proceso fibrótico en el tejido pulmonar.
Objetivo del trabajo: evaluación funcional del aparato respiratorio, análisis de las alteraciones radiológicas en la tomografía computarizada de tórax y correlación de los resultados obtenidos con los biomarcadores de sangre periférica asociados al proceso de fibrosis pulmonar, dos y seis meses después de la neumonía secundaria a COVID-19.
Métodos: se llevó a cabo un estudio de cohortes prospectivo multicéntrico: COVID-FIBROTIC (clinicaltrials.gov NCT04409275). Dos y seis meses después de sufrir neumonía asociada a COVID-19, los pacientes acudieron a visitas ambulatorias durante las que se realizó una evaluación funcional del aparato respiratorio (exploración física, evaluación de la disnea mediante la escala mMRC [modified Medical Research Council], espirometría, pletismografía, prueba de capacidad de difusión pulmonar de monóxido de carbono [DLCO] y prueba de marcha de 6 minutos [6-MWT]). En todos los pacientes se realizaron radiografías de tórax y se valoraron cuantitativamente los daños en el tejido pulmonar mediante una evaluación radiográfica del edema pulmonar (RALE). En caso de detectar lesiones persistentes en la radiografía y/o deficiencias en las pruebas funcionales pulmonares (CVF <80 % sin VEF1/CVF <70 y/o DLCO <80 %), se realizó una tomografía computarizada de alta resolución. Asimismo, se analizaron 6 biomarcadores de sangre periférica: las metaloproteinasas de matriz MMP-1 y MMP-7, el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), la osteopontina, la periostina y el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). El estudio duró desde el 1 de mayo hasta el 31 de julio de 2020.
Resultados: se analizaron los datos de 313 pacientes (184 hombres, 129 mujeres) que habían sufrido neumonía secundaria a COVID-19. La edad promedio fue de 61,12 (± 12,26) años y el índice de masa corporal (IMC) medio fue de 28,23 (± 4,78). El porcentaje de pacientes con DLCO <80 % a los 60 y 180 días del alta fue de 54,6 % y 47 % respectivamente. El análisis demostró que los siguientes factores estuvieron asociados a una alteración de la difusión de gases después de 6 meses de observación: sexo femenino (RP: 2,97, IC 95 %: 1,74-5,06, p = 0,001), edad (OR: 1,03, IC 95 %: 1,01-1,05, p = 0,005) y valor máximo de RALE (RP: 1,22, IC 95 %: 1,06-1,40, p = 0,005). Asimismo, se observó que los pacientes con alteración de la difusión de gases en los pulmones presentaron unos niveles mayores de MMP-7 (11,54 ± 8,96 vs. 6,71 ± 4,25, p = 0,001) y periostina (1,11 ± 0,07 vs. 0,84 ± 0,40, p = 0,001). Se realizó una tomografía computarizada de tórax en 226 pacientes, de los que en 149 (66 %) se detectaron alteraciones secundarias a la COVID-19. En el 68,35 % de los pacientes clínicamente graves, la TC de tórax mostró opacidades en vidrio esmerilado, y en el 38,46 % lesiones fibróticas en el parénquima pulmonar. Las lesiones fibróticas tempranas estuvieron asociadas a unos niveles mayores de MMP7 (13,20 ± 9,20 vs. 7,92 ± 6,32, p = 0,001), MMP1 (10,40 ± 8,21 vs. 6,97 ± 8,89, p = 0,023) y periostina (1,36 ± 0,93 vs 0,87 ± 0,39, p = 0,001).
Resumen: en los pacientes con neumonía grave o moderada secundaria a COVID-19, se observó una mejoría en las pruebas funcionales del aparato respiratorio 6 meses después del alta. Sin embargo, las alteraciones de la difusión de gases en los pulmones persistieron en el 47 % de los enfermos. La TC de tórax mostró lesiones fibróticas tempranas en el 38 % de los pacientes con COVID-19 grave. Además, en este grupo de pacientes se registraron unos valores más altos de los biomarcadores séricos asociados a la progresión de la fibrosis pulmonar. Los resultados del estudio señalan que los pacientes con neumonía grave secundaria a COVID-19 deben recibir observación y atención neumológica durante un tiempo prolongado.