Asma: avances en el 2015

12.09.2016
Filip Mejza, Ewa Niżankowska-Mogilnicka

Mejza F., Niżankowska-Mogilnicka E., “Choroby układu oddechowego - postępy 2015”, Med. Prakt., 2016; 4: 79-86.

Siglas y abreviaturas: EPOC — enfermedad pulmonar obstructiva crónica, FPI — fibrosis pulmonar idiopática, NAC — neumonía adquirida en la comunidad, NIPPV — ventilación no invasiva con presión positiva, SABA — ß2-mimético de acción corta, VEF1 — volumen espiratorio máximo en el primer segundo

En las recomendaciones de la Global Initiative for Asthma (GINA) del año 2015 se introducen solo algunos cambios.1 Se admite la administración del tiotropio mediante un inhalador de niebla suave como fármaco adicional alternativo en pacientes con exacerbaciones del asma que requieren un tratamiento de grado 4 o 5. El uso de bromuro de ipratropio (junto con un SABA) en el caso de exacerbaciones se aconseja en cuidados primarios en pacientes con exacerbaciones graves, durante la espera de la ambulancia. En las recomendaciones se ha completado también la información sobre pacientes asmáticas embarazadas y durante el parto. Por ejemplo se indica:

  1. continuar durante el parto con el uso de fármacos que controlan la enfermedad
  2. en caso de exacerbaciones del asma durante el parto usar SABA (hay que acordarse del control de glucemia en las primeras 24 horas en el neonato de una madre que ha recibido una gran dosis de un SABA).

Otro fármaco biológico cuya eficacia ya se había demostrado en el asma (omalizumab, mepolizumab, benralizumab, dupilumab, etc.) es el lebrikizumab, anticuerpo monoclonal contra la interleucina 13. En pacientes con asma no controlada con el uso de un glucocorticoide inhalado a dosis altas, el lebrikizumab ha mejorado la función pulmonar y ha disminuido el riesgo de exacerbaciones.2

Entre varios estudios cuyos resultados confirman la importancia de la educación y de los métodos no farmacológicos de la actuación en el asma, 3 trabajos merecen una atención especial. En un ensayo clínico multicéntrico realizado en España se demostró una buena influencia de una corta intervención educativa repetida en el control del asma y en la calidad de vida del paciente.3 La intervención consistía en 4 visitas cada 3 meses. El paciente obtenía información básica acerca del asma, un plan de actuación por escrito y detalles del uso correcto de los inhaladores. En otro ensayo aleatorizado se demostró que el entrenamiento aeróbico (en el tapiz rodante) tiene una buena influencia no solo en los síntomas del asma, sino que también disminuye la hiperreactividad bronquial y la intensidad del proceso inflamatorio en las vías aéreas.4 Es un argumento importante, que puede ayudar a convencer a los pacientes a realizar ejercicio físico. Aunque en las guías se aconseja un esfuerzo físico regular, son pocos los pacientes que siguen estas recomendaciones, a veces porque temen una broncoconstricción inducida por el ejercicio (que puede prevenirse con facilidad). En otro ensayo se demostró que un tratamiento bariátrico eficaz en pacientes con un IMC >35 kg/m2 no solo mejora el control del asma, sino que también disminuye la intensidad del proceso inflamatorio, tanto sistémico, como local en los bronquios.5

Bibliografía:

1. Global Initiative for Asthma: Global Strategy for Asthma management and Prevention, 2015. Disponible en: www.ginasthma.org
2. Hanania N.A., Noonan M., Corren J. y cols., “Lebrikizumab in moderate-to-severe asthma: pooled data from two randomised placebo-controlled studies”, Thorax, 2015; 70: 748-756.
3. Plaza V., Peiró M., Torrejón M. y cols., “A repeated short educational intervention improves asthma control and quality of life”, Eur. Respir. J., 2015; 46: 1298-1307.
4. França-Pinto A., Mendes F.A.R., de Carvalho-Pinto R.M. y cols., “Aerobic training decreases bronchial hyperresponsiveness and systemic inflammation in patients with moderate or severe asthma: a randomised controlled trial”, Thorax, 2015; 70: 732-739.
5. van Huisstede A., Rudolphus A., Castro Cabezas M. y cols., “Effect of bariatric surgery on asthma control, lung function and bronchial and systemic inflammation in morbidly obese subjects with asthma”, Thorax, 2015; 70: 659-67.