Comparación de la influencia que tienen los diversos fármacos hipotensores sobre el metabolismo. Datos presentados durante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, Roma 2016 (ESC 2016).
El tratamiento de la hipertensión arterial, tanto con ß-bloqueantes, con los diuréticos tiacídicos, como con los hipotensores más nuevos, influye en la reducción de la frecuencia de aparición de eventos cardiovasculares y de la mortalidad general. Este efecto está relacionado directamente con el nivel de reducción de la presión arterial. Las demás características pleiotrópicas de estos fármacos parecen desempeñar un papel menos importante en la reducción del riesgo cardiovascular.
No obstante, algunos de los fármacos hipotensores pueden causar alteraciones metabólicas. Ya en los años 80 del siglo XX se conocía la influencia desfavorable que tenía una terapia prolongada con tiacidas en el aumento del riesgo de desarrollar diabetes mellitus. El tratamiento de la hipertensión arterial suele prolongarse durante toda la vida del enfermo, por lo que debe tomarse en consideración el resultado potencial del aumento de los valores de glucemia en el equilibrio total de riesgo y beneficios relacionados con tal terapia.
Estudios aleatorizados realizados actualmente, y relacionados con el tratamiento de la hipertensión arterial, han permitido una valoración del riesgo de aparición de diabetes mellitus con el uso de diversos hipertensores. En el ensayo ALLHAT se valoró el riesgo de aparición de diabetes mellitus a los cuatro años del inicio del tratamiento. El uso de un bloqueador de los canales de calcio (amlodipina) se asoció a un riesgo de aparición de diabetes mellitus menor en un 18 % que en caso del uso de un derivado tiacídico (clortalidona), mientras que el uso de un IECA (lisinopril) se asoció a un riesgo menor en un 43 %, en comparación con las tiacidas. Otros estudios mayores mostraron también una reducción de riesgo de desarrollar diabetes mellitus en comparación con ramipril (reducción en un 33 %) y de candesartán (reducción en el 19 %) en comparación con la terapia convencional de hipertensión arterial.
En conclusión, se puede observar la ventaja que presenta el uso de los fármacos utilizados en la actualidad, sobre todo bloqueadores de los canales de calcio, IECA y bloqueadores de receptores de angiotensina, en comparación con los fármacos más antiguos, que incluían ß-bloqueantes y diuréticos tiacídicos. Este efecto depende sobre todo de la dosis del fármaco y ha de tenerse en cuenta en aquellos pacientes con hipertensión arterial y resultados incorrectos de la glucemia.