La administración de un AINE implica un riesgo mayor de reacciones adversas en todas las partes del tracto digestivo.
Las reacciones adversas causadas por los AINE en el segmento superior del tracto digestivo son: dispepsia, pirosis y enfermedades ulcerosas, incluidos la perforación y el sangrado de la úlcera. Las diversas guías clínicas ofrecen medidas de gastroprotección en enfermos incluidos en un grupo de riesgo (enfermedad ulcerosa en anamnesis, edad avanzada, tratados con diuréticos de asa o anticoagulantes, o pacientes infectados por Helicobacter pylori). En pacientes con un riesgo mayor de enfermedades gastrointestinales es recomendado el uso simultáneo de AINE a la dosis eficaz más baja y de inhibidores de la bomba de protones (IBP), o bien la administración de un medicamento específico para la COX-2.
Últimamente se ha observado que las complicaciones en el segmento superior del tracto digestivo son cada vez menos frecuentes, mientras que en el segmento inferior, donde la prevención de complicaciones mediante el uso de IBP no es posible, son cada vez más comunes. Las lesiones intestinales son menos frecuentes y más leves si se administra celecoxib en vez de un AINE no selectivo. Dichas lesiones son menos graves también cuando se prescribe un AINE no selectivo asociado a IBP, lo cual ha sido confirmado mediante estudios con cápsula endoscópica. En cuanto a la seguridad de los inhibidores selectivos de la COX-2 (diferentes a celecoxib) para el segmento inferior del tracto digestivo, los datos son escasos. Los ensayos clínicos VIGOR y CONDOR han mostrado que en el tratamiento con rofecoxib y celecoxib se reduce el riesgo de reacciones adversas más graves en el segmento inferior del tracto digestivo. No obstante, el ensayo MEDAL no ha demostrado que el etoricoxib ofrezca una ventaja similar.
En resumen, los inhibidores selectivos de la COX-2 son más seguros para el segmento superior del tracto digestivo que los AINE no selectivos. No obstante, los datos relacionados con la seguridad para el segmento inferior del tracto digestivo de cada inhibidor selectivo no son inequívocos. En comparación con los AINE no selectivos, el riesgo de reacciones adversas es considerablemente menor con el uso de celecoxib y rofecoxib, pero no con el etoricoxib. Además, los ensayos CONDOR y GI-REASONS mostraron que el celecoxib es más seguro para todas las partes del tracto digestivo que el diclofenaco combinado con el omeprazol.