Resultados del estudio ANTARCTIC presentados durante la conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología, Roma 2016 (ESC 2016).
La alta actividad plaquetaria en pacientes tras la angioplastia coronaria con stent está relacionada con un aumento del riesgo de infarto de miocardio y con una disminución del riesgo de hemorragia. Sin embargo, los ensayos clínicos previos sugieren que la monitorización rutinaria de la función plaquetaria y la adecuación de la dosis del fármaco a esta en pacientes que reciben clopidogrel no conlleva efectos beneficiosos. Este problema, sin embargo, sigue siendo objeto de discusión en el caso de los pacientes de edad avanzada (≥75 años), que se caracterizan por un perfil clínico un poco diferente.
Durante el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (Roma, 2016) se presentaron los resultados del ensayo clínico multicéntrico y aleatorizado ANTARCTIC (Assessment of a Normal versus Tailored dose of prasugrel after stenting in patients Aged >75 years to Reduce the Composite of bleeding, stent Thrombosis and Ischemic Complications, es decir, que compara una dosis de prasugrel estándar frente a una dosis ajustada, tras la implantación de stent en pacientes ≥75 años y sus efectos en la reducción de incidentes de hemorragia y de complicaciones trombóticas o isquémicas). En el estudio se examinaron 877 pacientes de edad ≥75 años con síndrome coronario agudo que se habían sometido a una angioplastia coronaria primaria con stent. Los pacientes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: en el primero (442 pacientes) se administraba prasugrel en una dosis fija y en el segundo (435 pacientes) el mismo fármaco en una dosis ajustada al valor de URP (unidades de reactividad plaquetaria): 5 mg/d en el caso de pacientes con el valor terapéutico de URP, esto es, dentro del rango de 86-207, y 10 mg/d en pacientes con URP ≥208. En pacientes con actividad plaquetaria baja (URP ≤85) se sustituyó prasugrel por clopidogrel (75 mg/d).
Después de 12 meses de observación no se notó una diferencia significativa en la frecuencia de aparición del punto final combinado (sangrado serio, muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio, revascularización urgente, trombosis del stent o ictus) entre dos grupos (la frecuencia de un 28 % en ambos grupos, p=0,98). Tampoco se observaron diferencias en análisis posteriores de los componentes del punto final combinado.
Actualmente no se dispone de pruebas que evidencien los beneficios clínicos del monitoreo rutinario de la función plaquetaria o la influencia de dichas observaciones en las decisiones terapéuticas en cuanto al tratamiento de pacientes mayores con antecedentes de síndrome coronario agudo.