El rivaroxabán, incluso a dosis profilácticas, es más eficaz en la prevención del tromboembolismo venoso (TEV) recurrente que el ácido acetilsalicílico (AAS).
En este estudio se incluyeron 3000 pacientes que se sometieron a una terapia de mínimo 6 y máximo 12 meses de tratamiento anticoagulante tras un episodio de TEV. Los médicos no tenían claro el manejo posterior: 100 mg/d de ASA o rivaroxabán a dosis baja (10 mg/d) o alta (20 mg/d). La recurrencia sintomática del tromboembolismo se presentó en un 1,5 % de pacientes que recibían una dosis más alta de rivaroxabán, en un 1,2 % de los que tomaban una dosis más baja y en un 4,4 % de los tratados con ASA. La hemorragia mayor apareció en un 0,5 %, 0,4 % y 0,3 %, respectivamente. La hemorragia menor, en cambio, se detectó en un 2,7 %, 2,0 % y 1,8 %, respectivamente.
En la discusión, los autores recordaron que en estudios previos se describió que el AAS había reducido 3 veces el riesgo de la recurrencia del TEV, mientras que una dosis de 20 mg de rivaroxabán lo redujo en 2/3. La decisión de si continuar el tratamiento, así como de optar por un tipo de terapia u otro pueden depender de la naturaleza del evento originario (embolismo pulmonar vs. trombosis venosa profunda), de si ha estado provocado o no y de la presencia (o ausencia) de factores de riesgo.