ICP solo de la lesión responsable en el IM con shock cardiogénico

16.02.2018
PCI of culprit lesion only in MI with cardiogenic shock
Thiele H, Akin I, Sandri M, et al, CULPRIT-SHOCK Investigators, PCI Strategies in Patients with Acute Myocardial Infarction and Cardiogenic Shock, N Engl J Med, 2017 Dec 21;377(25):2419-2432. doi: 10.1056/NEJMoa1710261. Epub 2017 Oct 30. PubMed PMID: 29083953.
Hochman JS, Katz S, Back to the Future in Cardiogenic Shock - Initial PCI of the Culprit Lesion Only, N Engl J Med, 2017 Dec 21;377(25):2486-2488. doi: 10.1056/NEJMe1713341. Epub 2017 Oct 30. PubMed PMID: 29083965.

En caso de un infarto de miocardio (IM) con shock cardiogénico, la realización de una intervención coronaria percutánea (ICP) únicamente sobre el vaso responsable se asocia a un menor riesgo de muerte que la realización de ICP de todos los vasos coronarios gravemente afectados.

Más de 700 pacientes ya sea con o sin elevación del segmento ST, con shock cardiogénico y con estenosis de >70 % de por lo menos dos vasos mayores se sometieron a una ICP de todos los vasos gravemente afectados (incluidos los ocluidos crónicamente) o a una ICP de tan solo un vaso, identificado como el responsable. El shock cardiogénico se definió por la presencia de una presión sistólica <90 mm Hg durante más de 30 minutos o la necesidad del uso de terapia con catecolominas para mantener una presión sistólica ≥90 mm Hg. La hipotensión se acompañó de síntomas de congestión pulmonar y al menos un síntoma de hipoperfusión (estado mental alterado, frialdad periférica, sudoración fría, oliguria, o un nivel de lactato >2 mmol/l).

La arteria más frecuentemente responsable fue la arteria descendente anterior (~40 %) seguida de la arteria coronaria derecha (>25 %), la arteria circunfleja izquierda (>20 %) y la arteria principal izquierda (>5 %). En la mayoría de los pacientes el acceso arterial se realizó a través de la arteria femoral. En aprox. un 95 % de los pacientes en ambos grupos se implantó un stent en la lesión responsable (>90 % eran stents liberadores de fármacos).

En el grupo con ICP únicamente sobre la lesión responsable solo un 43,3 % de los pacientes murió, en comparación con un 51,6 % de los pacientes en el grupo de la ICP de varias lesiones (riesgo relativo [RR], 0,84; 95 % IC, 0,72-0,98). Un 11,6 % de los pacientes en los que se realizó ICP sobre un vaso necesitaron terapia renal sustitutiva, en comparación con un 16,4 % de los casos en el grupo con intervención de varios vasos (RR, 0,71; 95 % IC, 0,49-1,03). Por lo tanto, al menos uno de estos dos resultados fue menos común entre los pacientes con ICP solo sobre el vaso responsable: 45,9 % versus 55,4 % (RR, 0,83; 95 % IC, 0,71-0,96). La vascularización repetida planificada o urgente se realizó en un 21,5 % versus 3,8 % de los pacientes. Entre los pacientes que sobrevivieron hasta el alta hospitalaria, un 98 % recibía ácido acetilsalicílico, un 93 % estatinas, 90 % ß-bloqueantes y >85 % inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueantes del receptor de angiotensina. La gran mayoría, si no todos, recibían doble antiagregación. Los autores subrayaron que sus resultados difieren de los obtenidos entre pacientes con IM agudo sin shock cardiogénico concomitante pero pusieron de relieve que en la población sin shock, en contraste con la población del estudio en cuestión, la revascularización repetida se contó como un efecto adverso.