Szajewska H., “Probiotyki – aktualny stan wiedzy i zalecenia dla praktyki klinicznej”, Med. Prakt., 2017, 7-8: 19-37.
Nota del editor: El artículo se basa en una ponencia presentada durante la 16.a Conferencia Nacional Formativa de la Sociedad Polaca de Medicina Internista “Avances en la medicina interna” (Interna 2017).
Siglas y abreviaturas: ACG — American Gastroenterological Society (Sociedad Estadounidense de Gastroenterología), ESPGHAN — European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica), IC — intervalo de confianza, RCT (randomized controlled trial) — prueba controlada aleatorizada, RR — riesgo relativo
Probióticos
Con el término “probióticos” hacemos referencia a aquellos microorganismos vivos que administrados a las dosis adecuadas tienen un efecto beneficiosos para la salud.8 Entre los microorganismos que funcionan como probióticos se encuentran sobre todo las bacterias que producen el ácido láctico, del tipo Lactobacillus (p. ej. L. acidophilus, L. casei, L. reuteri, L. rhamnosus) y Bifidobacterium (p. ej. B. animalis). Otros microorganismos que tradicionalmente se han calificado como probióticos son levaduras Saccharomyces boulardii.
En la tabla 1 se resumen los probables mecanismos de funcionamiento de los probióticos más importantes.8 Estos mecanismos son objeto de múltiples estudios y discusiones. No existe un mecanismo universal de funcionamiento de todos los probióticos.
Tabla 1. Mecanismos de funcionamiento de probióticos8 | |
---|---|
Usuales (comunes para muchos tipos de probióticos | – protección contra la colonización
– producción de ácidos grasos de cadena corta; influencia sobre el tránsito intestinal – estabilización/normalización de la microbiota – recambio acelerado de enterocitos – competencia con patógenos |
Frecuentes (comunes para ciertos tipos) | – producción de vitaminas
– antagonismo directo – estabilización de la barrera intestinal – metabolismo de los ácidos biliares – actividad enzimática y neutralización de carcinógenos |
Poco frecuentes (específicos para ciertas cepas) | – modulación de la respuesta inmunológica
– producción de sustancias bioactivas específicas; acción endocrina y neurógena |
Clasificación según género, especie y cepa
La clasificación taxonómica de los microorganismos es sumamente importante (véase tabla 2). Todas las cepas probióticas deberían ser identificadas no solo según su género sino también según su especie y cepa. El código alfanumérico detrás del nombre de cada microorganismo indica el grupo de microorganismos donde se almacena la cepa de referencia. A modo de ejemplo, el código ATCC 55103 indica que una determinada cepa se encuentra guardada en la American Type Culture Collection bajo el número 55103. Para fines publicitarios o comerciales los fabricantes pueden escoger cualquier nombre libremente. Dichos nombres no están regulados de ninguna manera y solo depende de la buena voluntad del fabricante si son engañosos o no.
Tabla 2. Taxonomía de microorganismos (ejemplos) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Género | Especie | Símbolo de cepa | Nombre y número de la colección en la que se almacena la cepa | Nombre comerciala | Información preferible en el envase |
Lactobacillus | rhamnosus | GG | ATCC 53103 | LGG® | – característica completa de una cepa – número de colonias bacterianas vivas al final de la fecha de caducidad – dosificación |
Lactobacillus | reuteri | DSM 17938 | Lactobacillus reuteri / Protectis | ||
Bifidobacterium | animalis subsp. lactis | BB-12 | CNCM I-3446 | BB-12® | |
Saccharomyces | boulardii | CNCM I-745 | |||
a Los nombres comerciales no están regulados.
ATCC — American Type Culture Collection, CNCM — Collection Nationale de Cultures de Microorganismes, DSM — Deutsche Sammlung von Mikroorganismen und Zellkulturen |
Dependencia de la cepa
Las propiedades de los probióticos en la mayoría de los casos dependen de la cepa. Cada cepa requiere pruebas separadas para determinar sus propiedades probióticas y su eficacia en una situación clínica estrictamente definida. Los resultados de los estudios que se lleven a cabo con una cepa probiótica dada no pueden ser utilizados como una prueba de la eficacia de otras cepas no evaluadas. Lo mismo concierne a la dosis. La eficacia de una dosis determinada no evidencia que un efecto parecido se pueda alcanzar utilizando una dosis menor.
Formas de probióticos
Pocos probióticos están registrados como fármacos y la mayoría funciona como suplementos dietéticos o alimentos dietéticos para usos médicos específicos. Los probióticos también pueden añadirse a productos fermentados (p. ej. yogur o kéfir). En esta última forma son considerados como alimentos funcionales y no como un medicamento (aunque puede haber excepciones). Se sugiere que el tipo de soporte/matriz utilizado/a puede tener influencia en la vitalidad de la cepa y de sus propiedades.9
Importancia de la dosis
En la actualidad no se pueden proporcionar unas reglas generales con respecto a la dosificación de los probióticos. Parece razonable el uso de aquella dosis que en un estudio realizado en humanos con un determinado tipo de cepa probiótica obtuvo un efecto beneficioso.10 La relación entre el efecto clínico y la dosis utilizada se demostró solo en algunas enfermedades (p. ej. en diarrea asociada al uso de los antibióticos).11
Preparados compuestos
Junto a los preparados que contienen solo un componente están disponibles también los preparados compuestos. Los efectos clínicos de cada preparado compuesto tienen que ser evaluados en un ensayo clínico fiable. Las experiencias con el trasplante (transferencia) de microbiota intestinal parecen evidenciar los potenciales beneficios del uso de preparados compuestos, si bien no existen pruebas inequívocas. Los efectos pueden ser tanto sinérgicos como antagónicos. Por este motivo, para obtener el mismo efecto en la práctica clínica como en un ensayo clínico se recomienda el uso del mismo microorganismo (o de sus combinaciones) y a la misma dosis (véase más arriba) que en el ensayo que demostró su eficacia.
Factores que influyen en la vitalidad del probiótico
Tanto la temperatura, la humedad como el grado de oxigenación influyen en la vitalidad de los probióticos. Además, después de ingerir los probióticos estos están sometidos a la acción de los jugos, especialmente del jugo gástrico, y de las enzimas digestivas. El pH bajo del estómago tiene una importancia protectora y es uno de los mecanismos que permiten al organismo combatir a los gérmenes patógenos. En contraposición, cuando se toman probióticos, la acción del pH bajo puede resultar perjudicial. La vitalidad de la mayoría de los probióticos disminuye notablemente durante el paso por el tracto digestivo.
Uno de los métodos propuestos para proteger a los probióticos de los factores medioambientales y, sobre todo, para conservar su vitalidad en el tracto digestivo es la microencapsulación, método por el que se cubren los probióticos en una envoltura (microcápsula), lo que aumenta su estabilidad durante el transporte y el almacenamiento, y protege a los microorganismos probióticos contra los efectos destructivos del ácido gástrico, bilis y enzimas digestivas. Teóricamente la mejoría de la vitalidad debida a la microencapsulación debería proporcionar un efecto clínico más beneficioso. Sin embargo, no existen pruebas que comparen la eficacia clínica de los probióticos fabricados mediante el método tradicional en relación a la microencapsulación.12
Calidad de los probióticos
La información en las etiquetas de los probióticos es a menudo engañosa o incluso errónea, tanto en cuanto a las cepas que contiene el producto, como a la cantidad de microorganismos.13-16 Hay excepciones (haría falta evaluar cada producto por separado) pero por lo general la calidad de los probióticos registrados como fármaco o preparado farmacéutico es mejor que la de los suplementos dietéticos. Teniendo esto en cuenta, la European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (ESPGHAN) ha apelado por un mejor control de la calidad de probióticos, especialmente si van a ser utilizados en grupos de riesgo (p. ej. en bebés prematuros).17
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