En este estudio retrospectivo de cohorte, la duración del uso posoperatorio de opioides se asoció con un incremento marcado en el uso indebido de opioides (adicción, abuso, sobredosis). La dosis prescrita de droga tuvo un efecto menor, lo que se hizo obvio con el uso a largo plazo.
Los datos de más de 1 millón de pacientes, no tratados anteriormente con opioides (no habían tomado opioides durante ≥7 días en los últimos 60 días) y sometidos a cirugía, se analizaron con el fin de identificar los factores asociados al mal uso posoperatorio de opioides. En el análisis ajustado se tomaron en cuenta no solo el número de prescripciones, la duración del uso y la dosis diaria, sino también la edad, el sexo, el año, la zona geográfica o el lugar de residencia, el tipo de cirugía y el uso concomitante de benzodiazepinas.
Después de la cirugía, un 56,0 % de los pacientes recibieron una receta para opioides. El mal uso de opioides se identificó en un 0,2 % de los pacientes durante el primer año tras la cirugía y en un 0,6 % en la observación a largo plazo (183 casos por 100 000 personas-año). La tasa de mal uso de opioides aumentó desde 183 por 100 000 personas-año en 2009 hasta 269 por 100 000 personas-año en 2014. La duración media del uso de opioides fue de aprox. 5 días y la dosis media equivalió a 50 mg de morfina por día, si bien se observó una tendencia al uso de dosis relativamente más bajas pero durante más tiempo. La tasa general del mal uso era baja, pero aumentó rápidamente entre los pacientes que obtuvieron una segunda receta (desde 145 casos por 100 000 personas-año entre aquellos con una prescripción hasta 293 por 100 000 personas-año entre aquellos otros con dos). Cada prescripción para opioides adicional se asoció con un aumento del riesgo de mal uso en un 70,7 % (44,0 % después de ajustamiento a los factores adicionales) y cada semana adicional del uso de opioides se asoció con un aumento en un 34,2 % (19,9 % después de ajustar) del riesgo de mal uso. En contraste, las dosis pequeñas hasta moderadas de opioides tuvieron un efecto menor: cada cantidad adicional equivalente a 10 mg de morfina por día se asoció con un incremento en un 0,8 % de probabilidad de mal uso. La influencia de la dosis del opioide fue mayor solo si la duración del uso fue >9 semanas. Los factores predictores de mal uso fueron también: el uso de benzodiazepinas (cociente de riesgos [CR]: 1,77), de hidromorfona (CR: 1,76) o de oxicodona (CR: 1,24); cirugía bariátrica (CR: 2,19); tabaquismo (CR: 2,16); dolor crónico (CR: 2,02); y depresión (CR: 1,60).
Al considerar el potencial de las variables de confusión no registradas (factores que de manera independiente influyen en el mal uso subsecuente de opioides), los autores concluyen que a pesar de que el uso a corto plazo de dosis incluso moderadamente altas de opioides conlleva solamente un riesgo bajo de mal uso de opioides en el futuro, este riesgo aumenta rápidamente cada semana que se prescriben los opioides. La dosis absoluta de opioides tiene un efecto menor a no ser que el uso de opioides se prolongue hasta varias semanas.
Los autores sugieren que la prescripción óptima después de la cirugía puede conseguirse proporcionando una analgesia completa en períodos más cortos (estrategia de manejo contraria a las tendencias observadas actualmente).