Elaborado por: Anna Bagińska, Karolina Moćko
Siglas y abreviaturas: IC — intervalo de confianza, NNT — número necesario a tratar, RCT — prueba controlada aleatorizada, RR — riesgo relativo
Metodología: revisión sistemática con metaanálisis de 19 RCT, publicadas en los años 1989-2016.
Población: 6261 pacientes adultos, hospitalizados, con una edad media de 69 años, tratados con antibióticos (iv. y/o VO).
Intervención: administración de un probiótico con las siguientes cepas: Lactobacillus y/o Saccharomyces y/o Bifidobacterium y/o Streptococcus (dosis diferentes, dependiendo del estudio: 4-900 mil millones microorganismos por día). El probiótico se empezó a administrar en los primeros 1-7 días a contar desde el inicio de la antibioticoterapia y, dependiendo del estudio, se continuó su administración bien durante un período predeterminado (14-21 días) o bien durante toda la antibioticoterapia, seguido de 3-14 días adicionales tras su interrupción.
Grupo de control: administración de placebo o falta de uso de placebo y de probiótico.
Resultados: véase Tabla.
Tabla. Uso de probióticos en comparación con el uso de placebo o con la no utilización de probióticos o placebo en relación con riesgo de infección por C. difficile en pacientes hospitalizados, tratados con antibióticos | |||||
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Puntos finales | Número de pruebas / número de personas | Placebo o sin probiótico (%) | Probiótico (%) | RR (95 % IC) | NNT* (95 % IC) |
Infección por C. difficile (todos los enfermos) | 19/6261 | 3,9 | 1,6 | 0,42 (0,30-0,57) | 44 (37-60) |
Probiótico administrado el 1.er o el 2.o día de la antibioticoterapia | 14/2559 | 7,6 | 2,3 | 0,32 (0,22-0,48) | 19 (17-25) |
Probiótico administrado a los 2 días tras el inicio de la antibioticoterapia | 5/3702 | 1,6 | 1,1 | 0,70 (0,40-1,23) | – |
Cualquier efecto adversoa | 15/5809 | 15,9 | 14,2 | 0,89 (0,69-1,14) | – |
* El NNT fue calculado sobre la base del RR proporcionado por los autores de las pruebas.
a Entre los más comunes se encontraron: cólico, náuseas, fiebre, heces blandas, meteorismo y trastornos del gusto. No se observó ningún caso de bacteriemia ni fungemia relacionada con el uso de probiótico. |
Conclusiones
En enfermos hospitalizados tratados con antibióticos, el uso de probióticos, en comparación con el uso de placebo o con la no utilización ni de probióticos ni de placebo, reduce el riesgo de infección por C. difficile, sin elevar el riesgo de reacciones adversas. Este efecto beneficioso es más notable cuando se empieza a administrar el probiótico en los dos primeros días de antibioticoterapia.