Respuestas del experto sobre el riesgo cardiovascular: ácido úrico, hipertensión

24.10.2018
Ryzyko sercowo-naczyniowe – część I
Marlena Broncel

Siglas y abreviaturas: AAS — ácido acetilsalicílico, ALT — alanina aminotransferasa, AST — aspartato aminotransferasa, CK — creatina-cinasa, C-HDL — colesterol de lipoproteínas de alta densidad, C-LDL — colesterol de lipoproteínas de baja densidad, CT — colesterol total, ESC — European Society of Cardiology (Sociedad Europea de Cardiología), TG — triglicéridos, VLDL — lipoproteínas de muy baja densidad

Pregunta 3. ¿El aumento de concentración del ácido úrico determina la elección de los fármacos utilizados en la terapia de la hipertensión arterial? ¿Y si es así, qué valores de ácido úrico deberían ser una contraindicación para el uso de aquellos medicamentos que puedan influir en su concentración?

Según las guías de la Asociación Polaca de Hipertensión Arterial el fármaco de primera elección en el tratamiento de la hipertensión arterial en pacientes con gota concomitante es el losartán. El fármaco en cuestión disminuye la hiperuricemia, lo cual puede ser significativo en la reducción del riesgo cardiovascular (estudio LIFE). No obstante, no hay inconvenientes para el uso de otros bloqueantes del receptor de la angiotensina II (ARA-II), de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) o de los calcioantagonistas en el caso de coexistir una hiperuricemia. Por otro lado, se desaconseja el uso de medicamentos que aumenten la concentración de ácido úrico en dichos enfermos, sobre todo los diuréticos tiacídicos/tiazida-like, los diuréticos del asa y los β-bloqueantes. De acuerdo con estas guías no se recomienda el tratamiento de aumentos aislados de la concentración del ácido úrico, si no se asocia a síntomas de gota. Existen solo dos situaciones excepcionales en las cuales se puede omitir esta regla: primera, cuando la concentración del ácido úrico supere los 12 mg/dl (720 µmol/l) y en este caso se recomienda reducirla, porque puede condicionar una insuficiencia renal; y segunda, cuando la concentración del ácido úrico alcance 10 mg/dl (600 µmol/l) en enfermos con insuficiencia renal, ya que puede agudizar los daños renales. En los demás casos, los fármacos no se deben administrar antes de que aparezca un ataque de gota.
En los pacientes con hipertensión arterial y con hiperuricemia asintomática se puede considerar incluir el alopurinol, particularmente cuando se presenten complicaciones cardiovasculares y cuando exista la necesidad del uso de diuréticos u otros fármacos que aumenten la concentración de ácido úrico (ácido acetilsalicílico [AAS] a dosis altas [>150 mg/d], levodopa, ciclosporina, tacrolimus y ácido nicotínico). El medicamento mencionado tiene efecto beneficioso en la función del endotelio y en la compliance de la aorta. Hasta ahora no se ha determinado a qué nivel de concentración del ácido úrico hay que suspender el uso de los fármacos hipotensores que aumentan esta concentración.
Hasta ahora no se ha determinado a qué nivel de concentración del ácido úrico hay que suspender el uso de los fármacos hipotensores que aumentan esta concentración.

Bibliografía:

1. Dahlöf B., Devereux R.B., Kjeldsen S.E. y cols., LIFE Study Group: Cardiovascular morbidity and mortality in the Losartan Intervention For Endpoint reduction in hypertension study (LIFE): a randomized trial against atenolol, Lancet, 2002, 23: 995-1003.
2. Tykarski A., Narkiewicz K., Gaciong Z. y cols., Zasady postępowania w nadciśnieniu tętniczym - 2015 rok. Wytyczne Polskiego Towarzystwa Nadciśnienia Tętniczego 2015, Nadciśn. Tętn., 2015 (supl.): 1–70.