Riesgo cardiovascular: vino tinto, suplementos con resveratrol

26.11.2018
Ryzyko sercowo-naczyniowe – część I
Marlena Broncel

Siglas y abreviaturas: AAS — ácido acetilsalicílico, ALT — alanina aminotransferasa, AST — aspartato aminotransferasa, CK — creatina-cinasa, C-HDL — colesterol de lipoproteínas de alta densidad, C-LDL — colesterol de lipoproteínas de baja densidad, CT — colesterol total, ESC — European Society of Cardiology (Sociedad Europea de Cardiología), TG — triglicéridos, VLDL — lipoproteínas de muy baja densidad

Pregunta 6. ¿El vino tinto y los suplementos dietéticos con resveratrol reducen el riesgo cardiovascular?

El papel del vino tinto en la prevención de las enfermedades cardiovasculares se ha convertido en objeto de discusión después del descubrimiento de la denominada “paradoja francesa”, que es la observación de que la mortalidad por causas cardiovasculares es menor entre la población del Mediterráneo, a pesar de un mayor consumo de grasas saturadas en esta región. En los estudios sobre este fenómeno se descubrió la relación entre los efectos beneficiosos para la salud y el consumo regular de aceite de oliva y de vino tinto, el cual contiene resveratrol. Estos beneficios tienen que ver con el aumento de la concentración del colesterol de la fracción “buena”, es decir, HDL, en la sangre y la reducción de la concentración del colesterol de la fracción “mala”, es decir, LDL, así como con la reducción de la resistencia a la insulina y la acción antinflamatoria y antitrombótica. Vale la pena mencionar que el resveratrol está en las uvas, así que para conseguir un fin cardioprotector no hay que beber vino, basta con comer uvas. Deberíamos subrayar también que en la población general el consumo de alcohol se relaciona con múltiples peligros para la salud, que superan todos los beneficios potenciales.

Varios años después se ha demostrado que la correlación entre el consumo de alcohol y la enfermedad coronaria y otras enfermedades cardiovasculares es más compleja. Depende tanto del sexo del paciente como de la cantidad y del modo de consumir alcohol. El consumo de pocas cantidades de alcohol, esto es, de 1-2 unidades al día*, se asocia a una menor mortalidad general, que se debe sobre todo a la tasa baja de mortalidad a causa de la enfermedad isquémica del corazón. En un estudio recientemente publicado con aleatorización mendeliana, que abordó el análisis de 59 estudios epidemiológicos, no se observaron efectos beneficios tras el consumo moderado del alcohol. Los valores de la presión arterial sistólica y diastólica, así como la masa corporal, suben con el aumento del consumo de alcohol ≥3 unidades/d. Aumenta también el riesgo de arritmias cardíacas, de miocardiopatía, de muerte súbita y de ictus hemorrágico. La tasa de mortalidad en la cardiopatía isquémica es un 65 % más alta en hombres con alto consumo de alcohol en comparación con las personas que no beben alcohol y en más de la mitad en el caso de mujeres. El abuso de alcohol se relaciona con un incremento del riesgo de muerte súbita y de ictus.
Los expertos subrayan que el consumo moderado de alcohol (hasta 20 g/d [2 uds.] en hombres y 10 g/d [1 ud.] en mujeres) es aceptable a condición de que la concentración de los triglicéridos en el suero de las personas que consumen alcohol no está aumentada.
Faltan datos acerca de los beneficios del uso de suplementos dietéticos con reaveratrol en la reducción del riesgo cardiovascular.

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* 1 unidad estándar son 10 g del alcohol puro. A modo de ejemplo: 250 ml de cerveza de 5 %, una copa (aprox. 100 ml) de vino de 12 %, un chupito (30 ml) de vodka de 40 % contienen 1 unidad de alcohol.

Bibliografía:

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