Resultados de un estudio que valora los efectos de los inhibidores del SGLT2 sobre la hipertensión pulmonar en un modelo animal, presentados durante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en París en 2019.
La hipertensión pulmonar arterial es una enfermedad grave y de progreso rápido que provoca un aumento de la resistencia vascular pulmonar, el desarrollo de insuficiencia cardíaca y la muerte. A pesar de los últimos progresos de la terapia farmacológica de esta enfermedad, sigue considerándose incurable. Los ensayos actuales se están centrando en buscar nuevos objetivos terapéuticos.
La empagliflozina es un inhibidor del receptor SGLT2 que, según los últimos ensayos clínicos, permite reducir la mortalidad y el riesgo de exacerbación de la insuficiencia cardíaca en los enfermos con diabetes mellitus tipo 2 y una enfermedad cardiovascular concomitante. Curiosamente, la influencia de este grupo de fármacos en el pronóstico de los enfermos sigue siendo independiente de sus efectos hipoglucemiantes.
Unos investigadores de la Universidad de Toronto decidieron evaluar la influencia de la empagliflozina sobre el curso de la hipertensión pulmonar en modelos animales. En la investigación se observaron ratas con hipertensión pulmonar inducida por monocrotalina, distribuidas aleatoriamente en dos grupos: uno recibió empagliflozina y el otro placebo. El curso de la hipertensión pulmonar se supervisó por medio de un ecocardiograma y un cateterismo cardíaco derecho. Los investigadores indicaron que los animales con hipertensión pulmonar que recibieron empagliflozina tuvieron una supervivencia casi un 30 % mayor que los del grupo placebo. Asimismo, la empagliflozina permitió reducir la desfavorable remodelación vascular pulmonar, facilitó un descenso significativo de la presión media en la arteria pulmonar y limitó la hipertrofia ventricular derecha. En el grupo que recibió empagliflozina también se observó una hipertrofia ventricular derecha bastante menor y un grado inferior de fibrosis muscular en el estudio histológico en comparación con los animales que no recibieron tratamiento. Además, se constató que el grosor de la capa muscular de las arteriolas pulmonares de este grupo también era menor.
Los investigadores subrayan que los futuros estudios sobre los inhibidores del SGLT2 en la hipertensión pulmonar parecen prometedores, teniendo en cuenta los resultados de este estudio, la amplia disponibilidad de la empagliflozina en la práctica médica habitual y su beneficioso perfil de acción en los enfermos con insuficiencia cardíaca.