El ácido tranexámico es un antifibrinolítico que favorece la coagulación en pacientes con sangrado activo o que tienen un riesgo de sangrado alto. En ensayos de gran tamaño, aleatorizados y bien diseñados se ha demostrado que reduce la hemorragia clínicamente manifiesta, la necesidad de transfusión de sangre, o ambas, en pacientes con hemorragia postraumática o posparto, y en pacientes sometidos a cirugía de derivación coronaria, sin aumentar el riesgo de tromboembolismo arterial o venoso. Un metaanálisis de pequeños ensayos sugirió que el ácido tranexámico puede reducir la mortalidad en pacientes con hemorragia gastrointestinal (GI).
El HALT-IT fue un ensayo aleatorizado, multicéntrico, multinacional y controlado con placebo en el que se incluyeron pacientes con hemorragia potencialmente mortal del tracto GI superior o inferior. Los pacientes fueron asignados a recibir bien 1 g de ácido tranexámico por vía intravenosa como dosis de carga, seguida de una dosis de mantenimiento de 3 g de ácido tranexámico inyectado durante 24 horas, o bien placebo administrado por vía intravenosa (cloruro sódico). El criterio de valoración principal fue la muerte por hemorragia GI dentro de los 5 días después de la aleatorización, una vez excluidos los pacientes que no recibieron ninguna de las dosis de tratamiento y aquellos en los que los datos sobre la muerte no estaban disponibles.
Durante un período de 6 años, 12 009 pacientes fueron reclutados y asignados de manera aleatoria a recibir ácido tranexámico (n = 5994) o el placebo correspondiente (n = 6015). La muerte por hemorragia GI dentro de los 5 días después de la aleatorización ocurrió en 222 (4 %) de los 5956 pacientes del grupo con ácido tranexámico y en 226 (4 %) de los 5981 pacientes del grupo con placebo (cociente de riesgo [CR], 0,99; IC 95 %: 0,82-1,18). Las tasas de eventos tromboembólicos arteriales (infarto de miocardio o ACV) fueron similares en el grupo con ácido tranexámico y con placebo (0,7 % vs. 0.8 %; CR, 0,92; IC, 0,60-1,39). Las tasas de eventos tromboembólicos venosos (trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar) fueron más altas en el grupo con ácido tranexámico, en comparación con el grupo con placebo (0,8 % vs. 0.4 %; CR, 1,85; IC 95 %, 1,15-2,98). No hubo ningún subgrupo de pacientes en el que el ácido tranexámico confiriera una ventaja terapéutica. Los eventos tromboembólicos venosos parece que ocurrieron predominantemente en pacientes con varices hemorrágicas y en enfermedad hepática.
Los autores concluyeron que el ácido tranexámico no debe usarse para el tratamiento del sangrado GI fuera del contexto de un ensayo aleatorizado. Otros ensayos con aleatorización están investigando el ácido tranexámico en ámbitos clínicos adicionales, como el ensayo POISE-3, en el que se está evaluando si el uso del ácido tranexámico reduce la hemorragia perioperatoria en pacientes sometidos a cirugía no cardíaca electiva.