COVID-19 persistente y modificación del microbioma intestinal: ¿demasiado bueno para ser verdad?

Bibliografía

Lau RI, Su Q, Lau ISF, et al. A synbiotic preparation (SIM01) for post‑acute COVID‑19 syndrome in Hong Kong (RECOVERY): a randomised, double‑blind, placebo‑controlled trial. Lancet Infect Dis. 2024 Mar;24(3):256‑265. doi: 10.1016/S1473‑3099(23)00685‑0. Epub 2023 Dec 7. PMID: 38071990.

Contexto

La COVID‑19 persistente (COVID‑19 crónico, COVID largo, COVID prolongado; ing. post–acute coronavirus disease 2019 [PACS], long‑COVID), con síntomas que persisten durante >4 semanas, afecta a un 5‑30 % de los pacientes después de la infección aguda. Según los estudios observacionales preliminares, los cambios en el microbioma intestinal que acompañan a la infección por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS‑CoV‑2) ocurren comúnmente en las personas con COVID‑19 persistente y la modificación del microbioma intestinal puede tener un efecto beneficioso sobre la composición del microbioma y sobre los síntomas.

Métodos

En el ensayo participaron pacientes con ≥1 de los 14 síntomas de la COVID persistente. La intervención incluyó el preparado SIM01, que contiene 10 mil millones de unidades formadoras de colonias de 3 cepas bacterianas (Bifidobacterium adolescentis, B. bifidumB. longum) y 3 sustancias prebióticas para mejorar el crecimiento de las bacterias: galactoligosacáridos, xiloligosacáridos y dextrina resistente. El contenido del sobre con el preparado o placebo se administró directamente por vía oral o mezclado con bebidas a temperatura ambiente 2 veces por día durante 6 meses. El criterio de valoración principal fue la remisión de síntomas hasta la consulta de control a los 6 meses.

Resultados

En el estudio participaron >460 pacientes chinos (2/3 mujeres, edad promedio ~50 años). El número promedio de manifestaciones en ambos grupos fue >8, incluidos fatiga (~85 % de todos los pacientes), pérdida de memoria (80 %), dificultad para concentrarse (70 %), insomnio (66 %), trastornos del estado de ánimo (cerca del 60 %), caída del cabello (46 %), disnea (>60 %), tos (53 %), dolor torácico (>30 %), mialgia o artralgia (~60 % cada uno), incapacidad de hacer ejercicio (41 %), molestias digestivas (80 %) y malestar general (64 %).

La probabilidad de resolución de cada uno de los síntomas fue más alta en el grupo de tratamiento activo, alcanzando el nivel de importancia estadística con todos, excepto la caída del cabello, el dolor torácico y los trastornos del estado de ánimo. Por ejemplo, la dificultad para concentrarse se resolvió en el 62 % versus el 39 % de los pacientes; la fatiga, en el 63 % versus el 43 %; la pérdida de memoria, en el 42 % versus el 27 %; la incapacidad de hacer ejercicio, en el 78 % versus el 60 %; y la tos, en el 79 % versus el 67 %. Los hallazgos adicionales incluyeron la normalización del microbioma intestinal.

Conclusiones

Los autores concluyeron que el SIM01 aumentó la probabilidad de resolución de varios síntomas de COVID‑19 persistente a los 6 meses.

Comentario de los editores de McMaster

Los resultados de este estudio suponen alguna esperanza para los pacientes con esta enfermedad prolongada, que carece de opciones de tratamiento eficaces. No obstante, antes del uso generalizado, estos resultados tienen que replicarse, no solo porque parecen ser demasiado buenos para ser verdad, sino también porque en el estudio participó un número relativamente reducido de participantes de una sola etnia. Será también de suma importancia [verificar] si el efecto es de toda la clase de probióticos o solo de la fórmula específica. Por ahora los hallazgos probablemente pueden describirse como muy prometedores.