Gastropatía aguda hemorrágica (erosiva) - página 2

Ostra gastropatia krwotoczna (nadżerkowa)
Anna Mokrowiecka (MD, PhD)

¿Cuáles son los métodos de tratamiento de la gastropatía aguda hemorrágica?

Por lo general, en el tratamiento de la gastropatía aguda hemorrágica se utilizan fármacos que disminuyen la acidez del jugo gástrico (inhibidores de la bomba de protones, p. ej. omeprazol, pantoprazol, lansoprazol, esomeprazol, rabeprazol), los cuales se administran durante un máximo de 12 semanas. Dentro de lo posible, se deben evitar los factores que causaron la gastropatía, es decir con mayor frecuencia antinflamatorios no esteroideos.

También es importante identificar una infección activa por bacteria Helicobacter pylori, la cual favorece la aparición de lesiones hemorrágicas. En caso de confirmar la infección, es necesario iniciar el tratamiento con 2 antibióticos, combinados con un inhibidor de la bomba de protones (la denominada erradicación). La erradicación dura 10-14 días, mientras que el tratamiento con un inhibidor de la bomba de protones puede continuarse unas semanas más para conseguir la curación completa de las lesiones.

La dieta en la gastritis es una cuestión individual: se deben evitar los productos que empeoran los síntomas. Se deben seguir las reglas generales de alimentación saludable: evitar las comidas grasas, fritas, o a la brasa. A menudo, los síntomas dispépticos aumentan tras el consumo de condimentos picantes y de estimulantes (café, té fuerte, alcohol). Es necesario dejar de fumar.

¿Es posible la curación completa de la gastropatía aguda hemorrágica?

Las lesiones inflamatorias en el estómago se curan rápidamente, sobre todo si se ha conseguido eliminar su causa.

Si es necesario continuar con el tratamiento con antinflamatorios no esteroideos, el esquema de administración se establece en función del riesgo de hemorragia gastrointestinal y el riesgo cardiovascular.

¿Cómo actuar tras terminar el tratamiento de la gastropatía aguda hemorrágica?

Siempre que sea posible, se debe evitar el uso de fármacos tóxicos para la mucosa gástrica (si es necesario utilizarlos, se deben administrar simultáneamente los inhibidores de la bomba de protones).

¿Qué hacer para evitar la gastropatía aguda hemorrágica?

Para evitar el efecto nocivo de antinflamatorios no esteroideos sobre el tracto digestivo superior, los enfermos incluidos en los grupos de riesgo deben recibir a modo de prevención un inhibidor de la bomba de protones.

El riesgo de aparición de efectos adversos con los antinflamatorios no esteroideos aumenta después de los 60 años de vida, en personas que reciben altas dosis de los AINE, varios fármacos de este grupo a la vez y, adicionalmente, glucocorticoides, anticoagulantes o algunos antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina).

Antes de iniciar el tratamiento con antinflamatorios no esteroideos, es necesario realizar una evaluación del riesgo. La erradicación de Helicobacter pylori disminuye este riesgo y proporciona mayores beneficios antes de iniciar el tratamiento con antinflamatorios no esteroideos. Es necesaria sobre todo en pacientes con enfermedad ulcerosa en la anamnesis.

Para prevenir la gastropatía aguda hemorrágica es importante evitar la combinación, a menudo inconsciente, de varios AINE o el uso de los mismos a dosis altas, y elegir el fármaco adecuado. Los antinflamatorios no esteroideos varían en cuanto a la fuerza de acción y el efecto nocivo sobre la mucosa del tracto digestivo.

A continuación, se presenta una lista de fármacos ordenados desde el menos hasta el más nocivo para el tracto digestivo:

• ibuprofeno <1500 mg
• ácido acetilsalicílico
• piroxicam
• diclofenaco
• naproxeno
• ibuprofeno >1500 mg

Si el paciente tiene antecedentes de hemorragia por úlcera o tiene >2 factores de riesgo, se estima que el riesgo de hemorragia gastrointestinal es alto.

1-2 factores de riesgo permiten clasificar al enfermo en el grupo de riesgo intermedio. Ante la falta de factores de riesgo, el paciente está en el grupo de riesgo bajo. Sobre la base de esta clasificación, se propone el tratamiento ulterior y la prevención. Si el riesgo de hemorragia es bajo, se pueden utilizar antinflamatorios no esteroideos, y si se acompaña de riesgo alto de eventos cardiovasculares, se debe elegir naproxeno combinado con un inhibidor de la bomba de protones para conseguir la protección. En caso de riesgo de hemorragia intermedio también se utiliza a modo de protección un inhibidor de la bomba de protones. En caso de riesgo de hemorragia alto se evitan los AINE típicos, los cuales se cambian por celecoxib combinado con un inhibidor de la bomba de protones como protector gástrico.

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