Hepatomegalia

Dependiendo de la constitución corporal, en situación normal, o bien el hígado se encuentra detrás del arco costal y no se puede palpar, o bien es posible palpar su borde inferior justo debajo del arco costal. Las causas del aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia) pueden relacionarse con la hepatitis, estasis sanguínea, estasis biliar, tumores hepáticos (neoplasias hepáticas o metástasis al hígado) y acúmulo de sustancias en el hígado (enfermedades por almacenamiento). Con el fin de establecer el diagnóstico, el médico indicará pruebas de imagen (con mayor frecuencia empezando por la ecografía abdominal) y pruebas sanguíneas de laboratorio.

¿Qué es la hepatomegalia y cuál es su mecanismo de aparición?

La hepatomegalia es un signo inespecífico, que puede deberse a diversas causas. Dependiendo de la constitución corporal, en situación normal, o bien el hígado no se puede palpar durante la exploración física (se encuentra detrás del arco costal), o bien es posible palpar su borde inferior justo debajo del arco costal. En caso del hígado aumentado de tamaño, el médico puede palparlo durante la exploración física o percusión abdominal. La hepatomegalia puede deberse al aumento del volumen sanguíneo en el hígado y en las vías biliares, al aumento del tamaño de las células hepáticas, del tejido intersticial del hígado, a una enfermedad neoplásica, como cáncer de hígado o metástasis al hígado de un cáncer de otro órgano, así como a abscesos o quistes hepáticos.

La hepatomegalia puede asociarse a la disfunción hepática, lo que a veces constituye un riesgo importante para la salud. Las funciones más importantes del hígado incluyen: producción de varias proteínas (factores de coagulación, albúmina, enzimas), producción y secreción de la bilis, neutralización de toxinas, participación en el metabolismo de ácidos nucleicos, almacenamiento de carbohidratos y vitaminas, y participación en la termorregulación.

Fig. Hígado normal y aumentado de tamaño

Hepatomegalia: causas

El hígado palpable bajo el arco costal no siempre significa una enfermedad. Puede deberse también a un hígado descendido (fisiológico y no patológico en una persona dada) o al desplazamiento del hígado, por ejemplo debido al derrame pleural. Un aumento del perímetro abdominal por meteorismo u obesidad también puede atribuirse erróneamente a una hepatomegalia.

Causas de hepatomegalia:

• relacionadas con inflamación:
  • hepatitis viral (tipo A, B, C)
  • hepatitis alcohólica
  • esteatohepatitis no alcohólica (habitualmente asociada a la disfunción metabólica, denominada enfermedad hepática grasa asociada a la disfunción metabólica)
  • infecciones bacterianas y virales (p. ej. mononucleosis infecciosa, infección por CMV), abscesos hepáticos
  • cirrosis hepática
  • hepatitis tóxica por medicamentos (fármacos, p. ej. estatinas, macrólidos, amiodarona, paracetamol)
  • hepatitis autoinmune
  • cirrosis biliar primaria
  • colangitis esclerosante primaria
  • sarcoidosis
• relacionadas con estasis sanguínea:
  • insuficiencia ventricular derecha
  • trombosis de las venas hepáticas (síndrome de Budd-Chiari)
• relacionadas con estasis biliar:
  • litiasis ductal
  • cáncer de la cabeza del páncreas
  • cáncer de la ampolla de Vater
• relacionadas con infiltración del hígado, tumores del hígado:
  • linfomas
  • leucemias
  • metástasis neoplásicas al hígado
  • adenomas
  • hemangiomas
  • quistes
  • hepatocarcinoma
• relacionadas con el acúmulo de sustancias en el hígado (enfermedades por almacenamiento):
  • hemocromatosis
  • amiloidosis
  • enfermedad de Wilson
  • glucogenosis
  • lipidosis (enfermedad de Gaucher).

¿Cómo actuar en caso de hepatomegalia?

La hepatomegalia es un signo que por lo general el paciente no es capaz de detectar por sí mismo. Normalmente, el diagnóstico preliminar es posible durante una exploración física en una consulta de rutina o durante una ecografía realizada por otras indicaciones. La hepatomegalia puede llamar la atención del paciente si se acompaña de otras manifestaciones, tales como sensación de plenitud abdominal, dolor (asociado a la distensión de la cápsula fibrosa del hígado o a la compresión de órganos vecinos), ictericia, prurito, náuseas y vómitos, edemas periféricos (de manos, pies) o cambio en la coloración de las heces.

En caso de hepatomegalia, especialmente acompañada de manifestaciones descritas, es necesario realizar un diagnóstico detallado, con el fin de descartar enfermedades graves. Hay que acudir al médico de familia, que, en caso de necesidad, derivará al paciente al especialista, hepatólogo o gastroenterólogo.

¿Qué hará el médico en caso de hepatomegalia?

En primer lugar, el médico preguntará sobre las enfermedades concomitantes, diagnosticadas en el pasado o actuales. Hay que preparar una lista de fármacos y suplementos dietéticos tomados. Durante la consulta por hepatomegalia, el médico puede hacer las siguientes preguntas:

• ¿Experimenta otras manifestaciones, como p. ej. dolor abdominal o sensación de plenitud? ¿Ha observado coloración amarilla en la piel, las membranas mucosas o los ojos?
• ¿Ha experimentado últimamente vómitos o fiebre?
• ¿Cuál es el aspecto de las heces: son claras y decoloradas, negras y melénicas?
• ¿Toma alcohol? ¿En qué cantidades?

A continuación, el médico puede intentar confirmar la hepatomegalia mediante pruebas de imagen:

• ecografía abdominal: exploración más accesible que permite valorar el tamaño y el estado del hígado; en caso de obesidad, heridas, lesiones cutáneas dolorosas o embarazo, la ecografía del hígado puede ser difícil o incluso imposible, y su resultado no será fiable
• tomografía computarizada (TC)
• resonancia magnética nuclear (RMN).

Las pruebas de laboratorio sanguíneas pueden proporcionar datos sobre la función hepática y el estado general del organismo.

El médico puede derivar al paciente a las siguientes exploraciones complementarias:

• hemograma de sangre periférica
• velocidad de hemosedimentación (VHS) y niveles de la proteína C-reactiva (marcadores inflamatorios)
• actividad de las aminotransferasas (ALT, AST)
• indicadores de colestasis (ALP, GGTP, bilirrubina)
• niveles de lípidos
• pruebas inmunológicas para detectar infecciones víricas (hepatitis B y C, mononucleosis infecciosa, CMV).

Otras exploraciones complementarias más dirigidas pueden incluir:

• determinación de anticuerpos típicos de enfermedades autoinmunes
• evaluación de la permeabilidad de las vías biliares mediante colangiopancreatografía retrograda endoscópica (CPRE) o colangiografía por RMN
• evaluación de la función cardíaca (ecocardiografía)
• biopsia hepática.