Quistes renales simples

Generalmente son quistes solitarios adquiridos, presentes en personas sin enfermedad renal crónica (ERC) avanzada y que no cumplen los criterios diagnósticos de riñones poliquísticos. La prevalencia en adultos es de ~30 % y aumenta con la edad. Los quistes renales simples pueden aumentar de tamaño con la edad. Generalmente son asintomáticos. Si son de gran tamaño (>50 mm), pueden causar dolor en el costado o lumbar, sensación de plenitud y de presión en el abdomen, y síntomas inespecíficos gastrointestinales. Las complicaciones posibles incluyen hematuria e infección del contenido del quiste.

Diagnóstico: el método básico es la ecografía; la TC y la RMN se utilizan principalmente en el diagnóstico diferencial. Lo más importante es descartar una neoplasia.

Tratamiento: los quistes simples asintomáticos no requieren observación. Si aparecen síntomas (especialmente dolor lumbar o abdominal), o si el quiste causa compresión en órganos adyacentes y con ello su disfunción, o alcanza dimensiones enormes, se debe tratar, bien mediante su vaciamiento y esclerosis (inyección de etanol al 95 %) o bien realizando una extirpación quirúrgica.